UNA REMASTERIZACIÓN DE LUJO
Entre otras grandes títulos, a Xbox le debemos algunas de las sagas más importantes de la historia de los videojuegos. Nos referimos, lógicamente, a Halo, abanderado de la primera consola de la compañía de Redmond, que y Gears of War, la impresionante franquicia creada por Epic Games que revolucionó el género de los shooters en tercera persona. Ambas series se convirtieron ya desde sus primeras entregas en los auténticos referentes del género, posición de privilegio que sigue ocupando a día de hoy, justo ahora que estamos esperando sus próximas entregas: Halo 5: Guardians el próximo otoño y Gears of War 4 en 2016.
La legión de fans de Halo recibieron un increíble regalo el año pasado con el recopilatorio para Xbox One que reunía en un mismo packs todos los juegos, mapas multijugador y contenido lanzado para cada uno de ellos desde sus orígenes y hasta la última entrega disponible. Ahora ha tocado el turno de recuperar el fantástico Gears of War, lanzado originariamente en 2006. El espectacular juego de disparos en tercera persona creado diseñado por el genial Cliff Bleszinski se convirtió en el principal estandarte del potencial que ofrecía la recién estrenada Xbox 360, pero sobre todo revolucionaba el género con una propuesta brutal que combinaba la acción con elementos más propios del género survival-horror, además de ofrecer uno de los mejores y más adictivos multijugadores de la historia o un cooperativo insuperable, y todo ello cubierto con un increíble apartado gráfico, nunca visto antes hasta entonces en consolas (y casi nos atreveríamos a decir que por aquel entonces tampoco en PC), que suponía el ejemplo perfecto de lo que podía ofrecer el Unreal Engine 3.
Aunque muchos de los que nos leéis habréis disfrutado de esa primera y mítica entrega que supuso el punto de partida para una de las mejores franquicias que nos dejó la anterior generación, seguro que no os podéis resistir a revivir la apasionante historia que protagonizan Marcus y Dom en su primera aventura. Y si todavía no habéis disfrutado de este increíble título, ahora tenéis la oportunidad de descubrir esta obra maestra con una increíble remasterización exclusiva de Xbox One. Ambos grupos de jugadores se encontrarán con una de las mejores revisiones que hemos jugado nunca, una auténtica maravilla que prácticamente rehace desde cero el juego original, con un renovadísimo apartado gráfico, además de multitud de contenido adicional que convierten a este Gears of War: Ultimate Edition en un preciado objeto de coleccionista que cualquier amante de los videojuegos debería tener, disfrutar y exprimir al máximo.
Análisis a fondo de Gears of War: Ultimate Edition
Y es que para muchos esta generación está siendo por ahora la de las remasterizaciones. El problema es que muchas de estas son innecesarias, y otras muchas prácticamente se limitan a un ligero lavado de cara, subiendo la resolución y poco más. De hecho, son muy pocas las que realmente hayan justificado su adquisición si ya hemos jugado anteriormente al título original. Por fortuna, Gears of War: Ultimate Edition hace honor a su nombre y representa el perfecto ejemplo de lo que debe ser una completa remasterización, esto es, darnos la oportunidad a lo jugadores a revivir o descubrir por primera vez los mejores videojuegos de las generaciones anteriores, pero aprovechando la ocasión para introducir numerosas mejoras en todos los ámbitos que incrementen de forma sustancial el valor del producto. Y es que estamos ante una auténtica demostración de cómo se puede lograr recuperar un juego ya de por sí grandioso y hacerlo aún más grande, hasta el punto que se convierta en uno de los mejores lanzamientos de este año, una auténtica obra maestra que no sólo ha perdido interés, sino que ahora incrementa si cabe su valor con esta edición, un auténtico lujo que ningún jugador, ya sea novato o experto en la franquicia, se debería perder. Otro más de los grandes juegos que recibe la Xbox One en un 2015 fabuloso en cuanto a la cantidad y calidad de lanzamientos exclusivos.
Parece mentira pero ha pasado una década desde que pudimos ver por primera vez la obra de Epic, y ya desde el comienzo todos quedamos impresionados ante la impresionante demostración de poderío que mostraba y su espectacular sistema jugable. El soberbio tráiler de lanzamiento (con la mítica canción "Mad World" de Gary Jules) nos puso los dientes aún más largos, pero pocos podían imaginar que el juego finalmente iba a ser tan grande, uno de los juegos de acción más brillantes de la historia e inolvidable para todos los amantes de los videojuegos.
Tanta fue la calidad de aquel primer título, que rápidamente se convirtió en el otro buque insignia de la consola, junto con Halo. Las críticas fueron unánimes a la hora de valorar un juego que reinventaba un género y sentaba las bases de lo que deberían ser los juegos de acción en tercera persona. No es de extrañar que acumulará una legión de jugadores en todo el mundo que disfrutaron con su soberbia campaña, su maravilloso cooperativo y su adictivo y divertídisimo multijugador. Epic y Microsoft dieron con la llave del éxito, y a partir de ese momento surgieron multitud de títulos que, con mayor o menor acierto, intentaron asimilar este sistema. Pero la realidad es que ningún juego se pudo acercar a la calidad general de la saga Gears of War. De hecho, solo los títulos posteriores de la serie pudieron igualar la calidad de este primer título. Sin contar Judgement, los tres títulos principales de la franquicia formaron una de las mejores trilogía de la historia.
Ahora, mientras esperamos el lanzamiento de la esperadísima cuarta entrega numerada, que se espera para el 2016, tenemos la oportunidad de volver a revivir la saga entera, comenzando por esta soberbia edición y continuando con los títulos siguientes que podremos disfrutar de manera gratuita si hemos reservado el juego, en lo que es un regalo espectacular para todos los jugadora. Tres títulos que además serán retrocompatibles a finales de año, por lo que podremos disfrutarlos también en One.
Regresando al primer juego que hoy analizamos, el lanzamiento del original en 2006 supuso toda una revolución. Además de un portento gráfico, Gears of War suponía toda una revolución en el género al apostar también por introducir apasionante y una jugabilidad exquisita, con unas mecánicas que rápidamente nos cautivaron: la utilización de único botón para realizar numerosas acciones como interactuar, esprintar (con un seguimiento de la cámara espectacular que nos hacía sentir dentro de la acción), saltar o, lo más importante, hacer uso de las coberturas.
Tanto si jugábamos solos como acompañados a través de su sublime modo cooperativo, el diseño de todos los escenarios estaba pensado para hacer uso de las coberturas de forma inteligente, interactuar y cooperar con los otros miembros de nuestro escuadrón. Pero lo que realmente terminó de enamorarnos de esta saga fue su jugabilidad y el ofrecer unos niveles de espectacularidad nunca vista hasta entonces en el género.
La historia nos mete de lleno en una auténtica guerra en la que viviremos multitud de intensos tiroteos y toda clase de espectaculares escenas de acción. Su campaña es adrenalina y frenetismo en estado puro, brillante a lo largo de todo su desarrollo, con un ritmo qué no hará otra cosa que crecer hasta alcanzar un final apoteósico.
Gears of War nos sumerrge en una historia adulta y desgarradora sobre la batalla épica que enfrente a la humanidad por la supervivencia contra la Horda Locust, una raza de temibles criaturas que emergerán de las entrañas del planeta. A partir de ese momento viviremos las andanzas de Marcus Fenix y el resto del equipo del pelotón delta que intentarán obtener el "resonador", un dispositivo clave para intentar frenar el avance de los Locust.
Aunque muchos habréis jugado al original, no queremos desvelar más detalles, ya que la trama juega un papel muy importante en un título con un importante componente cinematográfico, cargado de escenas cinemáticas de enorme calidad que nos permitirán conocer más detalles de la historia y del apasionante mundo creado por Epic. Todas ellas también se han rehecho para la ocasión para que luzcan acordes a los tiempos actuales.
El juego se encuentra dividido en cinco extensos actos, que a su vez se dividen en un número variable de zonas muy amplias. Por el camino nos esperan toda clase de enemigos, que además cuentan con una notable IA que nos pondrá en serios aprietos sobre todo en los modos de dificultad más elevados. Y es que resulta sorprendente comprobar cómo se organizan nuestros rivales, buscan coberturas, nos rodean o intentan superarnos en número. Además, a mitad y final de los capítulos asistiremos a unos enfrentamientos espectaculares contra jefes finales que nos impresionaran tanto por su potencia, como por sus diseños, con mención especial al tamaño de algunos de ellos. Es precisamente estos enemigos otro de los puntos destacables de esta saga, ya que pocos juegos pueden presumir de contar con unos enemigos tan formidables y con tanto carisma. Por si fuera poco, la variedad de ellos es inmensa, de modo que también nos deberemos preocupar de conocer los puntos fuertes y débiles de cada uno de ellos, además de cubrirnos bien, ya que cuentan con un arsenal de lo más potente que nos podamos imaginar.
Por suerte, contaremos también con un importante arsenal de armas a nuestra disposición, tanto humanas como de los propios Locust. En todo momento podemos llevar hasta cuatro armas distintas, siendo dos de ellas pesadas, una pistola y granadas. Entre las armas que podremos utilizar encontraremos un rifle de asalto, con una sierra que nos permitirá destrozar literalmente a los rivales caídos, además de su versión Locust, una escopeta recortada, un lanzacohetes, un rifle de francotirador, distintos tipos de pistolas y también de granadas. Pero también podremos utilizar otras menos convencionales como el espectacular Martillo del Alba o un divertidísimo Arco Explosivo.
Todos los apartados de GOW rayan a un nivel sobresaliente: sus niveles y enemigos, la gran cantidad de situaciones, su marcado enfoque cinematográfico, los brutales valores de producción, el gore, una historia adulta y profunda, la interactividad, sus mecánicas jugables, sus enemigos, una grandísima IA y un apartado audiovisual sublime. Una suma de elementos que se traduce en uno de los mejores shooters en tercera persona de la historia.
Pero lo mejor de todo es que ninguno de los citados elementos pueden hacer sombra a su jugabilidad y las decenas de horas que nos ofrece a los jugadores, ya sea a través de su campaña como del multijugador y cooperativo. Millones de jugadores disfrutaron durante años al multijugador de esta primera entrega de la saga, por lo que es de esperar que esta edición recupere las mismas sensaciones que entonces, y más ahora con todas las novedades y contenidos adicionales incluidos.
La campaña, divertidísima e intensa de principio a fin, nos llevará unas 12-15 horas completar en función del nivel de dificultad elegido, pero lo que es seguro es que no nos dará casi ningún segundo de descanso porque la sucesión de acontecimientos y escenas de acción nos dejará sin aliento. De forma adicional, esta versión incluye también los capítulos adicionales que se incluyeron en PC, por lo que tendremos otras 4-5 horas de campaña. Además, como ya hemos indicado, podremos disfrutar de la campaña al completo en compañía de otro jugador, que se pondrá en la piel de Marcus y Domingo. Ni que decir tiene que la diversión se eleva a la enésima potencia en esta modalidad, ya que nos permitirá cooperar y plantear tácticas utilizando para ello la voz a través del micro. Es, sin duda, una de las mejores experiencias cooperativas que podemos disfrutar en nuestra vida de jugadores, y no estamos exagerando ni un ápice. Es una gozada establecer estrategias complejas, intentar ayudar a nuestro compañero caído que espera desesperante que lo salvemos de la muerte o asaltar a los enemigos sin piedad.
Por otro lado, tenemos el entretenidísimo y adictivo multijugador competitivo, que a su vez cuenta con los tres modos originales a cada cual más divertido. Por un lado tenemos Asesinato, que se basa en acabar con el general del otro equipo. Luego tenemos el clásico Deathmatch que aquí se llama Ejecución, y su variante por equipos Zona de Guerra. Cualquiera de estos modos nos invita a disfrutar de partidas frenéticas, en las que no hay descanso y el componente gore está muy presente con los espectaculares remates de los rivales caídos. Asimismo, podremos configurar distintas variables de las partidas para ajustarlas a nuestro gusto o elegir mapa.
De forma adicional, en esta edición se han incluido dos modos extra para el multijugador, por lo que el número total queda en cinco: Duelo por equipos y Rey de la colina (sacado de Gears of War 3 ). Pero lo mejor de todo es que podremos disfrutar de todos ellos en un total de 19 mapas, el doble de los que introducía el original. Podremos elegir hasta 17 personajes diferentes según vayamos progresando en el multijugador, además de adaptar los controles con muchas más opciones.
Salvo algunas novedades que ya os hemos anticipado, prácticamente todo lo que hemos dicho hasta ahora es aplicable tanto al juego original como para esta soberbia remasterización, por lo que llega el momento de centrarnos en las abundantes novedades que ofrece esta edición de lujo, en el excelente trabajo realizado por The Coalition, estudio al que se encargó trasladar el primer juego a Xbox One. Si alguien podía tener alguna duda sobre si eran los idóneos, rápidamente se le disiparán con meter el disco o descargar el juego en su consola. Y es que como comentábamos al comienzo estamos ante una de las mejores remasterizaciones que hemos recibido nunca.
Podríamos comenzar por la lógica mejora gráfica que se espera de estas ediciones, pero es que hasta en este punto nos encontramos ante un producto muy superior a la media de remasterizaciones. Así, en esta ocasión vamos a disfrutar de un completo "lifting" visual que ha permitido renovar por completo a un juego que ya cuenta con nueve años a sus espaldas. El resultado es magnífico, hasta el punto que podemos asegurar que no tiene nada que envidiar a la gran mayoría de juegos que se han lanzado para la nueva generación. La resolución de 1080p, sumado a los 60 frames por segundo, permiten que el juego luzca increíble en todo momento, con una nitidez pasmosa que ahora nos permite admirar en todo su esplendor el brutal diseño artístico del juego, con sus impactantes escenarios, sus sublimes personajes o la violencia que también ha caracterizado siempre a la saga. Además, se han renovado prácticamente todas las texturas y elementos del juego, de manera que ahora ofrecen un aspecto mucho más nítido y real. Se han potenciado también otros aspectos tan importantes como los efectos especiales y el sistema de iluminación. También notaremos deprisa que ahora los colores son más vivos, no es algo exagerado, pero sí que se pierde un poco la clásica tonalidad grisácea del original. La verdad es que el resultado nos ha encantado, hasta el punto que nos ha vuelto a asombrar como ya lo hizo el primer día.
Pero en el apartado técnico hay que destacar también el enorme mimo que se ha puesto a la hora de exprimir un motor gráfico ya muy veterano. Y es que ahora la fluidez que nos ofrece el juego en todo momento es pasmosa. Teniendo en cuenta que estamos ante un shooter, no hace falta señalar casi la importancia que tiene esa fluidez a la hora de mejorar la experiencia. Ahora resulta mucho más cómodo apuntar, los desplazamientos y transiciones son más suaves y la fluidez es total en su faceta multijugador, que es la que recibe estos citados 60fps ,ya que la campaña mantiene los 30 originales, aunque también notaremos una notable mejora en la fluidez.
En este punto debemos hablar del multijugador y las excelentes sensaciones que nos han transmitido las partidas que hemos podido disfrutar (todavía no muchas, ya que los últimos días todavía no estaban abiertos los servidores finales). Se ha solucionado uno de los pocos aspectos que recibió críticas en el original: el código de red, de manera que ahora ya no nos desesperaremos por la ventaja que tenía siempre el anfitrión de la partida, y que en muchos casos resultaba clave. Ahora todos los jugadores estarán en igualdad de condiciones, por lo que será la habilidad, reflejos y la puntería las que determinen el ganador. Se nota sobremanera la inclusión de servidores dedicados que permiten que las partidas funcionen a la perfección sin lag de ningún tipo.
Tampoco faltan la inclusión de una serie de extras que podremos ir desbloqueando (diseños conceptuales, cómics…) según vayamos recogiendo objetos repartidos por los escenarios. Pero la lista de novedades no acaba aquí, ya que también se ha remasterizado el espectacular apartado sonoro del juego para que lo podamos disfrutar en Dolby 7.1 Surround (si os lo podéis permitir, os aseguramos que vais a alucinar), nuevos logros e incluso una nueva y brutal ejecución Gnasher 2c2. En definitiva, una edición de auténtico lujo como señalábamos al comienzo del artículo, un juego que por sí solo justifica de nuevo la compra de una consola y que nos permite revivir como nunca antes uno de lo mejores shooters de la historia. Y, por si fuera poco, de regalo te llevas gratis también el resto de la saga para que lo juegues a finales de año en Xbox One gracias a la retrocompatibilidad.
Conclusión de Gears of War: Ultimate Edition
Hace 9 años Epic Games y Microsoft lanzaban un título que sentaría las bases de lo que sería el género a partir de entonces y que dio comienzo de forma brillante a una de las mejores sagas de la pasada generación. Ahora podremos revivir la increíble historia que protagoniza Marcus y enfrentarnos a los temibles Locust en una impresionante campaña que ha sido completamente rediseñada para ofrecer un aspecto visual de auténtico lujo. Pero el número de novedades y mejoras es casi interminable, desde los 1080p y 60fps, a un multijugador que ahora sí que ofrece partidas en igualdad de condiciones gracias a los servidores dedicados, la inclusión de casi 20 mapas para el multijugador, nuevo contenido para la campaña y multitud de extras que convierten a este Gears of War: Ultimate Edition en un juego imprescindible para cualquier amante de los videojuegos, que podrán disfrutar durante meses gracias a su trepidante campaña, en solitario o cooperativo, y su adictivo e increíble multijugador. Por último, nos gustaría resaltar el impresionante trabajo realizado por el estudio The Coalition, que ha demostrado a la mayoría de compañías cómo debe ser una remasterización, mejorando todos y cada uno de los apartados y ofreciendo mucho más contenido de enorme calidad.
¿Qué os ha parecido nuestro exhaustivo análisis de Gears of War: Ultimate Edition para Xbox One? Nosotros os recomendamos encarecidamente que os hagáis con esta edición de lujo y que compartáis con todos nosotros vuestros comentarios, críticas y opiniones.
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