Lo que surgió como el sueño de un loco de las carreras y la conducción (Ian Bell, jefe de Slighty Mad Studios) hace cuatro años ha terminado convirtiéndose en uno de los simuladores más potentes y ambiciosos de la historia. Un proyecto gigante en el que han participado jugadores de todo el mundo y veteranos en el género, aportando cada uno de ellos su granito de arena para que finalmente llegará a buen puerto una obra tan ambiciosa.
La espera ha sido larga para todos los fans, pero finalmente podemos disfrutar de uno de los mejores juegos de conducción de la historia, que apuesta por ofrecer las carreras más realistas, pero sin olvidarse de la jugabilidad, que se adapta a cada tipo de jugador. El resultado es un maravilloso título, imprescindible para cualquier amante del género, en especial para los que buscan un simulador exigente, que ha sido posible gracias a Slighty Mad Studios como estudio desarrollador y Bandai Namco -distribuidora del juego que apostó desde el primer momento por el juego-, pero también gracias a todo el apoyo, colaboración y financiación de la comunidad.
Análisis a fondo de Project Cars
Una exquisita selección de coches y circuitos se unen a una experiencia que apuesta de manera decidida por el realismo, y que ofrece un mundo de posibilidades al jugador, que disfrutará como un enano ya sea conduciendo como preparando sus coches antes de comenzar las carreras, en cada uno de sus numerosos modos de juego, tanto en solitario como a través de su potente multijugador. Después de años de duro trabajo, los responsables del proyecto han logrado cumplir todas y cada una de las promesas que realizaron en sus comienzos, de manera que estamos ante uno de los juegos más grandes y completos de conducción de los últimos años, un nuevo referente que se hace un hueco entre los más importantes títulos del género de toda la historia.
No era nada fácil completar con éxito un juego de tal calibre, de ahí que sea aún más meritorio el inmenso esfuerzo realizado para conseguir plasmar ideas tan ambiciosas. Y es que el resultado final -después de muchas horas de juego- es que nos hemos encontrado con un juegazo, abrumador en cantidad de opciones y, sobre todo, excelso en calidad, uno de esos juegos que nos recuerdan porque amamos con tanta pasión esta maravillosa forma de ocio que son los videojuegos. Ian Bell y todo su equipo han trabajado muy duro para hacer realidad el sueño de millones de jugadores en todo el mundo, una experiencia de juego increíble, intensa como pocas, con unas carreras que rozan con el realismo más absoluto gracias a su avanzado sistema de conducción y un apartado gráfico imponente.
Pronect Cars nos invita a disfrutar del placer de conducir a bordo de algunos de los vehículos más espectaculares del mercado y también de grandes joyas automovilísticas, hasta el punto que nos hará sentir como si realmente estuviéramos haciéndolo en la vida real, en especial si utilizamos un volante -totalmente recomendable para disfrutar de la experiencia al 100%.
En el último año hemos recibido grandes títulos de conducción, en sus distintas variantes: Forza Horizon 2 y DriveClub -representantes de un estilo arcade-, Mario Kart 8 y algunos simuladores muy complejos como Assetto Corsa. Sin embargo, todavía nos faltaba recibir una propuesta que apostará por la simulación pura, pero que pudiera ser disfrutada por cualquier tipo de jugador. Y es ahí donde entra en escena Project Cars, un título exigente en su conducción pero que, sin embargo, permite adaptar la experiencia a nuestro gusto. Ello es posible gracias al inmenso catálogo de opciones de configuración que ofrece el juego, hasta el punto que podremos "toquetear" a nuestro gusto todos los parámetros del coche, por muy insignificante que nos pueda parecer. De hecho, es tal el número de opciones que puede que los menos experimentados se sientan un poco perdidos en un primer momento, pero pronto nos daremos cuenta que es precisamente ese abanico de posibilidades el que nos permitirá determinar hasta el más mínimo aspecto de la conducción. De ahí que el juego nos invite a convertirnos en ingenieros o mecánicos, modificando todos los parámetros hasta alcanzar la configuración que mejor se adapte a nuestro coche y conducción.
En ordenadores sí que hemos podido encontrar simuladores complejos, pero en consolas es algo completamente nuevo, de ahí que volvamos a reiterar lo ambicioso del proyecto. Si somos amantes del mundo de motor, vamos a disfrutar como enanos incluso antes de pisar ni siquiera el asfalto, hasta el punto que pasaremos horas y horas ajustando la configuración de los vehículos, de manera que podamos aprovechar al máximo nuestra habilidad al volante y obtener el máximo rendimiento posible de nuestro coche.
La lista sería interminable, pero por citar solo unos pocos ejemplos, podremos determinar la altura de los asientos, la presión de los neumáticos, el tipo de ruedas, factores aerodinámicos de toda clase, la suspensión o la resistencia del volante. Pero de nada sirven todas estas opciones, si luego no tuvieran un fiel reflejo en las carreras. Por fortuna, cualquier cambio que realicemos tendrá sus efectos notorios una vez nos pongamos al volante. De hecho, una buena configuración será esencial para intentar tener éxito en las competiciones o en las carreras online (impresionante el nivel que hemos detectado en estos días que llevamos jugando).
Pero aún más importante será para muchos jugadores las opciones de configuración que tienen que ver directamente con el grado de dificultad de la conducción. Así, podremos establecer o eliminar todo tipo de ayudas, el desgaste de los neumáticos, el nivel de penalizaciones y de daños que sufrirán los coches, la información que aparezca en carrera, indicaciones, la dificultad de la máquina y un sinfín de opciones más.
En otras palabras, que vamos poder configurar o modificar cualquier aspecto que se nos ocurra o que nos podamos imaginar. Una auténtica maravilla que pone de manifiesto el tremendo mimo que se ha puesto en todos y cada uno de los apartados del juego.
Como no podía ser de otra manera, el otro pilar básico del juego es la conducción en sí, siempre configurando la experiencia a nuestro gusto tal y como hemos visto en los párrafos anteriores. De hecho, desde el primer momento que iniciemos el juego tendremos acceso a prácticamente todo el contenido que nos ofrece: coches, circuitos, trazados y pruebas. En otras palabras, se ha buscado eliminar el clásico sistema de progresión del género que nos obliga a realizar una y otra vez las mismas carreras, competiciones, repetir mil veces la misma prueba o manera coches que nos gustan, sin que tengamos otra opción. A poco que hayáis jugado a algún título del género, estaréis acostumbrado a esas horas interminables, obligatorias y hasta tediosas en muchos momentos, que los desarrolladores nos obligaban pasar antes de conseguir todo el contenido desbloqueado. En Project Cars se elimina este aspecto coleccionista, algo que en un primer momento podría parecer raro, pero que al final ha terminado siendo todo un acierto en nuestra opinión.
De este modo, desde la primera partida estaremos disfrutando controlando nuestros coches preferidos y probando nuevas configuraciones que nos permitan disfrutar aún más de la experiencia. Hasta tal punto llega el grado de personalización del juego que podremos crear nuestras propias pruebas y competiciones a medida. Se nota que el juego está creado por y para jugadores, con la idea clara de eliminar elementos superfluos para conseguir una experiencia definitiva de conducción. Y el resultado no ha podido ser más positivo porque precisamente eso es lo que se consigue, que el jugador determine cómo quiere disfrutar del juego.
Así, y centrándonos ya en el apartado jugable, lo primero que deberemos determinar es si queremos disfrutar de una experiencia totalmente realista, con una simulación muy exigente, o si por el contrario, queremos optar por una alternativa algo más asequible, modificando los múltiples parámetros que tenemos a nuestra disposición. Por el medio contamos con innumerables opciones para conseguir que el pilotaje se adapte a nuestros gustos y nivel de pilotaje. Eso sí, como señalábamos al comienzo, resulta clave el contar con un volante para disfrutar de la experiencia tal y como la han diseñado sus creadores.
Otro de los aspectos que nos han dejado asombrados a todos los componentes de la redacción es el grandísimo motor de físicas, que muestra un altísimo nivel de realismo en cualquier situación que nos podamos imaginar en carrera. Dependiendo de múltiples factores como el estado del asfalto o de los neumáticos, el clima, la situación del coche o su configuración, obtendremos un número casi ilimitado de situaciones y reacciones reales a nuestra conducción. En todas ellas, el comportamiento nos dejará impresionados, porque la respuesta al volante será idéntica a la que nos depararía una situación semejante en la realidad.
Una vez más, será fundamental realizar un correcto reglaje de nuestro vehículo antes de comenzar las carreras, teniendo siempre en cuenta el circuito, sus características, la hora del día o la previsión del tiempo que se nos ofrece. Una mala elección a la hora de configurar nuestro coche derivará en el más absoluto fracaso en carrera.
El control resulta exquisito, habiéndose recreado con absoluta fidelidad las sensaciones que transmite un coche de carreras, potenciando aún más el realismo que transmiten todas las carreras. En especial destacar las sensaciones que transmiten las carreras desde la cámara interior desde la cabina, que literalmente nos hará sentir como si estuviéramos dentro del coche, pudiendo mover incluso la vista en cualquier dirección para recrearnos con el alto nivel de detalla que muestran los coches. En esta vista es dónde más palpable será el descomunal trabajo realizado a la hora de recrear las sensaciones que ofrecen las carreras y competiciones de alto nivel.
Con unos ligeros ajustes, el juego se puede disfrutar perfectamente con el mando, pero un simulador de este nivel bien merece como pocos juegos hasta ahora la adquisición de un buen volante. En nuestro caso nos hemos decantado por el espectacular Thrustmaster T300 RS, y la experiencia no ha podido ser más positiva. El juego alcanza un nuevo nivel utilizando el volante y los pedales, hasta el punto de que nos olvidaremos que es un videojuego y nos sentiremos inmersos dentro de coches de verdad. Hacía años que no sentíamos una emoción tan grande como la que nos generó desde la primera partida Project Cars al configurarlo con el volante, hasta el punto que llega a convertirse en todo un vicio, de manera que te despiertas pensando en echar una carrera más, y en cuanto llegas a casa, estás deseando echarte una larga sesión de conducción. Un placer que muy pocos títulos pueden alcanzar.
Además, hay que destacar que la elección de los más de 70 modelos incluidos que incluye el juego es de lo más acertada, ya que la variedad de estilos y clases es muy elevada, de manera que siempre encontraremos aquellos que se adapten más a nuestro estilo, al mismo tiempo que estamos deseando probar otros modelos para disfrutar de nuevas experiencias. Uno de los retos del juego es precisamente aprender a controlar cada coche, adaptarnos a sus características y poco a poco ir mejorando. Deportivos de las mejores marcas, modelos clásicos y leyendas del automovilismo, e incluso tendremos acceso a categorías tan demandadas como la Fórmula 1 y los karts. La recreación de todos y cada uno de ellos es majestuosa, con un cuidado casi enfermizo por los detalles.
Aún más espectacular es la oferta de circuitos que incluye el juego, que alcanza el impresionante número de 110 trazados distintos que se reparten por las más de 30 localizaciones diferentes. Además de incluir algunos de los circuitos más legendarios como Nürburgring o Le Mans, se han diseñado un gran número de circuitos nuevos de ensueño y otros modificados de grandes clásicos como Suzuka. Todos ellos han sido creados con todo lujo de detalles, de manera que el jugador pasará horas y horas intentando dominar cada trazado y disfrutando del placer de conducir.
La oferta de modos de juego es igual de generosa, con toda clase de alternativas para el jugador, siendo el modo Historia la modalidad principal del juego. Se nos ofrecerán distintos contratos para que elijamos uno con el que comenzaremos nuestra carrera para pasar de ser unos desconocidos a ser una estrella del deporte. Esta modo resulta ya por sí sólo descomunal, con toda clase de opciones, eventos, carreras y competiciones de todo tipo que nos permitirán ir subiendo escalones en la clasificación. Nos ha encantado cómo se ha configurado esta modalidad, con un panel central que nos ofrece toda clase de información, como calendario con las siguientes pruebas, comentarios de nuestros fans como si de una red social se tratase, seguimiento de nuestros logros, así como un correo electrónico dónde recibiremos felicitaciones, consejos o invitaciones a pruebas especiales.
Cada temporada nos llevará horas y horas de juego, y al llegar a su fin podremos optar entre seguir con nuestro actual equipo o elevar nuestras expectativas, cambiando de equipo, lo que nos dará acceso a nuevas competiciones y vehículos. En definitiva, una modalidad que nos garantiza mucha diversión, ofreciendo todo aquello que un buen fan desearía en una modalidad de este tipo. Además, también podremos determinar si queremos participar sólo en las carreras directamente o si queremos buscar la mejor posición posible en la parrilla de salida a través de las rondas de clasificación.
Pero no podemos pensar que nuestro camino será un paseo de rosas, ya que cada competición nos exigirá de toda nuestra habilidad para conseguir quedar en las mejores posiciones. De hecho, en los niveles de dificultad más altos, la IA demostrará un nivel impresionante y será muy agresiva en su comportamiento, por lo que deberemos demostrar una gran habilidad al volante, ya que cualquier pequeño error será muy penalizado. En este punto, cabe destacar el gran trabajado realizado a la hora de recrear una IA exigente, competitiva y realista, lo que dará lugar a carreras muy competitivas e intensas. Nada de carreras en fila india ni efecto "pinball", en Project Cars se nos exigirá ser muy buenos conductores para tener éxito.
Siguiendo con los modos de juego, no faltan tampoco los habituales contrarrelojes con posibilidad de descargar fantasmas de otros usuarios ya sea para superarlos o aprender de su conducción, prácticas y competiciones a medida.
Ni que decir tiene que la modalidad online ha contado con un especial tratamiento, con carreras espectaculares de hasta 16 usuarios que garantizan competiciones intensas y divertidas como pocas veces hemos visto en el género. Una vez más, tal y como hemos visto en el resto de modos, podremos personalizar también la experiencia a nuestro gusto, pudiendo incluso establecer las condiciones de la sala que creemos, de manera que podremos permitir o no ayudas, si hay cambios climatológicos en carrera o el nivel de daños, entre otras opciones.
A pesar de el elevado número de jugadores que encontramos en todas las versiones, el on-line nos ha sorprendido por su excelente funcionamiento. Prácticamente todas las carreras que hemos realizado (y no son pocas precisamente) han funcionado a la perfección sin ningún tipo de lag ni ralentizaciones. Además, la búsqueda de partidas es de lo más efectiva, ya que en breves instantes ya nos habrá encontrado una.
Si el juego resulta muy divertido y ameno jugando en solitario, es contra otras jugadores cuando la experiencia se convierte en algo prácticamente irrepetible, de manera que estaremos deseando siempre echar una nueva partida para intentar superar al mayor número de rivales. Además, se ha incluido un sistema de reputación que estará determinado por nuestro nivel de conducción y estilo al volante. Un aviso: los choques intencionados y las trampas están muy penalizadas, por lo que si quieres tener una buena reputación más vale que no hagas uso de los golpes intencionados ni de los atajos, ya que en este juego, afortunadamente, no te ofrecerá ningún rédito.
Para completar el apartado jugable, no podemos dejar de habla de los nuevos desafíos que nos irán proponiendo de forma constante sus creadores. Cada una de estas carreras contarán con una serie de requisitos y características, de manera que no haya ninguna ventaja previa para nadie. Todos los jugadores estarán en igualdad de condiciones a la hora de intentar conseguir los mejores tiempos y aparecer en los primeros puestos de las clasificaciones. Al igual que sucede con las contrarrelojes, podremos descargarnos todos los fantasmas del resto, algo que nos picará a superarnos, intentando arañar esas milésimas en cada tramo que nos hagan superar sus tiempos. Un gran añadido que no hace sino completar una propuesta de lo más generosa, atrevida y sobre todo adictiva.
Gráficos de Project Cars
Como señalábamos a lo largo del análisis, Project Cars cuenta con un inmenso trabajo detrás, el amor de auténticos amantes de la conducción que han hecho realidad el sueño de millones de fans. Y cuando se trata de un simulador que busca ser tan realista, el apartado gráfico juega un papel vital, algo que tenían claro en Slighty Mad Studios desde el primer momento. Aunque hemos ido siendo partícipes de cómo se gestó el proyecto e iba creciendo paso a paso, todavía nos quedaba ver como se ensamblaban todas las piezas en el producto final. Las versiones previas para PC y los múltiples vídeos publicados ya permitían hacernos una idea del espectacular apartado visual del juego, pero hemos de reconocer que el resultado final nos ha sorprendido muy positivamente, ya que ofrece un todo que raya a un elevadísimo nivel, sin limitarse a destacar en un único apartado.
Lo primero que nos dejará impactados son los increíbles modelados de todos y cada uno de los más de 70 coches incluidos. Todos los modelos son réplicas exactas de los auténticos coches. El trabajo realizado con las texturas y con la fabulosa iluminación ha permitido obtener una apariencia muy realista. Si bien el juego resulta espectacular desde la perspectiva interna, merece la pena también jugar con la vista externa o hacer uso del modo foto para recrearnos con sus diseños y deleitarnos al comprobar que sombras, efectos de luz y reflejos tienen su proyección en sus carrocerías.
Pero no estamos hablando únicamente de un envoltorio muy bonito, sino que este descomunal trabajo tiene su influencia también en la jugabilidad. Tan sólo tendremos que competir en una carrera nocturna para darnos cuenta que la conducción de complica de manera exponencial o cómo un bello atardecer también nos puede dejar cegados por los rayos del sol que inciden de forma directa e intensa en nuestro coche. El sistema de iluminación es abrumador, permitiendo recrear todo tipo de condiciones de luz que nos podamos imaginar, lo que unido al maravilloso sistema climatológico cambiante redondean un apartado sobresaliente.
No menos destacables resultan los circuitos, con una oferta de lo más generosa que comprende más de 110 tramos a lo largo de 30 circuitos diferentes repartidos por todo el mundo. Y lo mejor de todo es que aparecen desde algunos de los trazados más populares del mundo hasta otros completamente ficticios recreados con un gusto exquisito por el detalle. Además, en función de la hora del día o del clima, la conducción será muy diferente, por lo que el abanico de pruebas diferentes resulta abrumador.
Y lo mejor de todo es que este maravilloso conjunto se mueve con una total suavidad, incluso cuando la pantalla esté repleta de vehículos y efectos de todo tipo. En PS4 disfrutáremos de 1080p y 60fps que se mantendrán bastante estables en casi todo momento, salvo en momentos puntuales, ofreciendo un resultado global bastante elevado. A muy buen nivel se encuentra también la versión de Xbox One, con la salvedad que la resolución se reduce hasta los 900p, aunque en carrera el nivel es casi idéntico al que disfrutaremos en la consola de Sony.
Por último, destacar la versión de PC, que como ya os podréis imaginar ofrece un nivel bastante superior al de las consolas si contamos con un equipo potente. En nuestro equipo de pruebas, un i7-4770K, con 16GB de RAM y una NVIDIA GTX 980, el juego se ha mantenido en todo momento en las anheladas 60 imágenes por segundo, que en un juego de estas características se nos antoja como algo fundamental. Y todo ello, con todos los efectos activados y con todas las opciones al máximo, ofreciendo una calidad visual brutal. Además, si contamos con combinaciones SLI de gráficas, podremos incluso alcanzar resoluciones de hasta 4K, ofreciendo un espectáculo sin precedentes en el género.
Sonido de Project Cars
Este apartado mantiene el mismo altísimo nivel, con unos efectos de sonido potentes, claros y muy rotundos a la hora de recrear el sonido de los motores de los distintos coches. Se ha grabado el sonido real de cada coche, lo que ha permitido obtener unos resultados impresionantes, que además irán variando en función de la cámara elegida. Si contáis con un buen equipo de sonido, vais a alucinar con el espectáculo sonoro que nos acompañará en todo momento en las carreras, hasta el punto que podremos detectar con total precisión por dónde nos están adelantando e incluso el sonido del viento.
En un juego de estas características, la banda sonora juega un papel secundario, aunque si lo deseamos también podremos disfrutar de los temas que incluidos en la lista de Spotify creada para el juego, con temas de gran calidad.
El juego cuenta con voces en inglés de gran calidad en sus interpretaciones, aunque si no dominamos el idioma de Shakespeare, nos tranquilizará saber que el juego llega con subtítulos al castellano.
Conclusión de Project Cars
Project Cars nació como un enorme y prometedor proyecto, pero ya sabemos que muchas veces los proyectos se quedan por el camino y no logran alcanzar el objetivo marcado. Sin embargo, lo nuevo de Slightly Mad Studios ha recorrido un largo y complicado recorrido para cumplir todas las promesas que se realizaron. La experiencia, el esfuerzo y el amor por la conducción que ha demostrado el estudio, unido a la colaboración, consejos y sugerencias de la comunidad ha tenido como resultado uno de los mejores juegos de conducción de la historia, un espectacular y brillante simulador que cautivará a todos los fans durante mucho, mucho tiempo.
Uno de los grandes aciertos del juego ha sido ofrecer una experiencia tremendamente realista y exigente, pero que al mismo tiempo se adapta a cada tipo de jugador gracias al inmenso catálogo de opciones y parámetros configurables. El inmenso número de carreras, circuitos, modos de juego y la inclusión de decenas de espectaculares coches se encargan de poner la guinda a un título imprescindible, adictivo como pocos, que nos permitirá disfrutar como nunca del placer de la conducción. Por si no te ha quedado claro ya, ya te lo decimos nosotros: Project Cars hace realidad el sueño de todo amante de la conducción.
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Buen review detallado, estoy pensando en comprar el juego
Un análisis espectacular. Se nota que os gustan los simuladores de calidad. Saludos.