Podríamos alabar sus deslumbrantes gráficos, lo impresionante de su desarrollo, su maravilloso sistema de coberturas, sus trepidantes enfrentamientos contra unos enemigos soberbios o su divertidísimo multijugador, pero, sin duda, lo que ha atrapado a millones de jugones de todo el mundo es su exquisita jugabilidad. Y es que en cualquiera de los citados títulos, el jugador se va a enfrentar a misiones en las que la acción directa, la intensidad y los combates más viscerales son los grandes protagonistas. Un desarrollo adictivo como pocos que atrapa de principio a fin, y que encima invita a disfrutarlo de forma cooperativa, en cuyo cayo la diversión se eleva hasta cotas insospechadas. En definitiva, factores todos ellos que le han convertido sin ninguna duda en el absoluto referente de los shooters en tercera persona.
En definitiva, una trilogía sobresaliente que se ha convertido en uno de los grandes pilares del éxito de Xbox 360. Con estos precedentes, es natural que la expectación fuera máxima cuando se anunció una precuela, que permitirá expandir la experiencia y conocer nuevos detalles de la historia. Además, se nos anunciaba que el estudio People Can Fly cogía el testigo de Epic Games. Cualquier cambio de este tipo, suele suscitar dudas entre los fans, pero en esta ocasión teníamos bastantes esperanzas, ya que en el haber de esta compañía se encuentran títulos de tan calidad como Painkiller y esa pequeña maravilla que es Bulletstorm. Pero todavía nos quedaba ver si sus responsables serían capaces de mantener el sobresaliente nivel de la franquicia. Pues bien, por fin hemos podido exprimir el juego completo y el resultado no ha podido ser más positivo.
Estamos ante un título de calidad excelsa, que entusiasmará a los amantes de Gears of War, pero al mismo tiempo introduce una serie de novedades que suponen un soplo de aire fresco. El estudio ha respondido con creces a las expectativas generadas, ofreciendo un título brillante, adictivo, repleto de contenido y con un apartado técnico deslumbrante, lo que demuestra que han subido exprimir aún más el motor gráfico Unreal Engine 3.
Hay que agradecer también a People Can Fly que no se hayan conformado con repetir los mismos ingredientes que ya conocemos de sobra todos, sino que introducen un estilo mucho más directo, frenético e intenso, en el que no tendremos ni un segundo para el descanso, pero manteniendo al mismo tiempo la misma esencia jugable que todos conocemos.
En esta precuela viajaremos en el tiempo hasta unos años antes de lo que se nos narró en el primer Gears. Un personaje que hasta ahora había sido secundario, Baird, pasa a ser el nuevo protagonista y líder del Escuadrón Kilo. Le acompañarán en esta gran aventura otro personaje familiar para los habituales de la serie, Augustus Cole, y dos nuevas incorporaciones como son Garron Paduk y Sofía Hendrick.
Al principio del juego, nuestro grupo de héroes se enfrentarán a un tribunal de guerra por una serie de acciones que realizaron en la guerra contra los temibles Locust. En un primer momento no conoceremos muchos detalles, pero a lo largo del juego iremos descubriendo qué es lo que realmente sucedió. Para ello, la historia nos irá desplazando en el tiempo. Un planteamiento novedoso y muy atractivo que pone de manifiesto que sus responsables se han preocupado por introducir una trama interesante que acompañe a la gran protagonista del juego: la acción sin descanso.
No os queremos desvelar ningún detalle del argumento, pero sí que os aseguramos que no faltarán las sorpresas y giros argumentales en su desarrollo. Además, podremos conocer algún aspecto clave de un personaje concreto (y hasta aquí podemos leer).
Al igual que sucedía en los títulos anteriores, la historia se desarrolla por capítulos, y al comienzo de cada uno se nos presentará una introducción que nos pondrá en situación. Cada uno de estos capítulos estará protagonizado por uno de los personajes. People Can Fly ha dividido estos niveles en zonas que deberemos superar para pasar a la siguiente sección. Nos encontramos, por tanto, ante una estructura algo diferente a lo que estábamos acostumbrados hasta ahora, ya que cada vez que superemos una de estas zonas se nos puntuará en función de cómo lo hayamos hecho de bien. Este factor nos anima a mejorar en cada zona y así superar nuestras puntuaciones y las de otros jugadores, por lo que la rejugabilidad en este sentido está más que asegurada. Podríamos decir que es una característica que coge prestada de Bulletstorm.
Este nuevo sistema de puntuación tendrá en cuenta prácticamente todas las acciones que realicemos: eliminar enemigos, coleccionar insignias que se encuentran repartidas por los escenarios, realizar ejecuciones, disparos a la cabeza... También deberemos tener cuidado de no caer abatidos por nuestros enemigos, puesto que se nos restarán puntos al total. Cada vez que pasemos uno de estos bloques y se nos muestre la puntuación tendremos la oportunidad de pasar a la siguiente sección o volver a repetirlo para mejorar nuestra actuación.
Como vemos, este planteamiento es algo diferente al que estábamos acostumbrados. Sigue habiendo una aventura con su historia que nos obliga a seguir avanzando, pero cada sección está diseñada como si de una gran arena se tratase, y separada de la siguiente por una puerta que nos obliga a acabar antes con todos los enemigos. Todos los capítulos se rigen por este sistema, que puede sorprender en un primer momento, pero que a la larga resulta un acierto porque nos picará a perfeccionar nuestras partidas, aprendiendo a utilizar mejor nuestras armas, las coberturas y estudiar bien el escenario y a nuestros enemigos. Eso sí, para asegurar no caer en la repetición y facilitar nuestra misión, los enemigos saldrán de forma aleatoria por los niveles.
Pero aún hay más factores a tener en cuenta, ya que en algunos puntos de los escenarios encontraremos una calavera roja pintada en la pared, que al pulsar el botón azul del mando añadirán nuevos factores al nivel que incrementarán de forma sustancial la dificultad. Así, por ejemplo, puede que la munición quede reducida, que sólo podamos utilizar ciertas armas, que se dupliquen el número de enemigos, que tengamos la visión borrosa... El resultado es un auténtico reto, tremendamente adictivo, que nos obligará a superarnos para alcanzar las mejores puntuaciones. Además, como recompensa podremos aumentar el multiplicador, lo que nos permitirá conseguir más estrellas y subir en las tablas de clasificación de cada una de estas zonas.
Lo que no varía son los tres niveles de dificultad (más un cuarto que se desbloqueará al final) entre los que podremos escoger: dos sencillos para los debutantes o los que busquen acción directa sin muchas complicaciones, y un tercero (Elevada), que es el más recomendado para los habituales de la franquicia. A este último se sumará Locura, que se desbloqueará como de costumbre al completar la campaña por primera vez. De este modo, el jugador podrá siempre escoger la dificultad que más se adapte a su experiencia o habilidad.
Ni que decir tiene que la experiencia más gratificante la encontraremos en los dos niveles más altos de dificultad, suponiendo un reto más que considerable, ya que los enemigos cuentan con una inteligencia artificial más que notable. Nuestros rivales no se limitarán con atacarnos de forma directa, sino que buscarán coberturas, intentarán rodearnos y atacarán en grupo para hacernos salir si estamos escondidos, además de hacer gala de una puntería bastante buena. No será extraño que caigamos abatidos en más de una ocasión, pero por suerte contaremos en estos casos con la ayuda de nuestros compañeros que acudirán raudos para salvarnos de una muerte segura.
Los Locust volverán a ser nuestro gran enemigo, aunque no serán los únicos, ya que el juego hace gala de un bestiario bastante impresionante, con algunos bichos de proporciones descomunales, lo que dará lugar a momentos impactantes. Para acabar con todos ellos serán fundamental cooperar con nuestro equipo, tomar posiciones, hacer uso de la cobertura y sobre todo demostrar buena puntería para acabar con ellos. En este sentido, no se produce ningún cambio en la esencia jugable, lo que dará lugar a combates y batallas espectaculares que nos dejarán con la boca abierta y con los ojos como platos ante semejante derroche visual.
También nos encontraremos con situaciones diferentes a lo habitual que ofrecerán una mayor variedad. Así, aparte de los continuos enfrentamientos, también deberemos asaltar distintas zonas, derrotar grandes enemigos y manejar ciertos vehículos. Pero, sin duda, lo que más hay que destacar de la campaña es su frenético desarrollo, mucho más que lo que nos ofrecían las tres entregas anteriores. Se ha buscado potenciar aún más el factor espectáculo, lo que dará lugar a momentos realmente impactantes. Será habitual que se sucedan momentos a cada cual más furioso que el anterior.
La campaña cuenta con una duración en sus niveles más altos de unas 10-12 horas, a lo que habría que sumar la gran rejugabilidad que ofrece el citado sistema de puntuación. Precisamente, si obtenemos 40 estrellas desbloquearemos un epílogo titulado Consecuencias, que cuenta con el atractivo de contarnos que sucedió al final de Gears of War 3, y que nos ofrece otras dos horas de juego aproximadamente.
Pero todavía nos quedaría hablar del multijugador, que siempre ha sido otro de los atractivos de la franquicia. Judgment no iba a ser menos y nos ofrece una completa y divertidísima experiencia cooperativa y competitiva.
Si la campaña ya resulta altamente recomendable si jugamos en solitario, ni que decir tiene que la diversión se dispara cuando la experiencia la comparten cuatro usuarios, cada uno manejando a los distintos integrantes del pelotón Kilo. Como ya sucedía en los títulos anteriores, nos encontramos ante un cooperativo maravilloso y todo un ejemplo de como integrar una historia y la acción en esta modalidad. Jugar en los dos niveles de dificultad más altos junto con tres amigos a la campaña es una de las mejores experiencias que podremos vivir como jugadores; diversión, risas, tensión y adicción a partes iguales.
Este cooperativo se puede disfrutar tanto online (hasta para cuatro jugadores) y también off-line a pantalla dividida para dos, algo que es de agradecer ya que no son pocos los jugadores los que echan de menos el poder jugar con su hermano o amigos en la misma consola.
Respecto al multijugador, se nos ofrecen cuatro modos, introduciendo algunos cambios respecto a lo que vimos en Gears 3. Así, no faltará el clásico y divertidísimo Todos contra Todos, del que poco hay que explicar que no se sepa ya. Dos equipos que deberán enfrentarse para intentar imponerse a sus rivales. Acción directa y frenética sin complicaciones. Por su parte, Invasión es una nueva modalidad para hasta 10 jugadores. Se trata de un modo más táctico que divide a los usuarios en dos grupos de cinco. Los CGO deberán defender una serie de objetivos, mientras que los Locust se encargarán de intentar destruirlos. Su desarrollo más pausado supone un gran aliciente a los modos más habituales.
En Dominio se combinan mecánicas de otros modos que ya hemos visto en la serie. En cada mapa nos encontraremos con tres anillos que deberemos tomar y defender para sumar puntos. Por su parte, el otro equipo deberá de atacarles para intentar arrebatar su posesión. Es un modo bastante clásico que engancha desde el primer momento.
Por último, hay que hablar de Supervivencia, que es la gran novedad que se introduce en esta entrega, sustituyendo al clásico modo Horda. Cuatro jugadores se deberán enfrentar a oleadas de enemigos, que irán incrementando su número y dificultad. Podremos optar por el bando humando o por manejar los Locust. Ambos bandos contarán con sus propias armas y ventajas para intentar acabar con sus enemigos. Además de estos cuatro modos, nos encontraremos con una serie de eventos especiales que nos permitirán obtener más puntos de experiencia.
Otra de las novedades que encontramos en esta entrega es el de poder escoger clases dentro de la CGO. Así, cada una de ellas cuanta con sus propias armas, así como una habilidad especial que podremos activar con el botón LB del mando. Los médicos, por ejemplo, pueden curar y reanimar a los compañeros caídos y a sí mismo, lanzando para ello unas granadas especiales. Los soldados reparten munición entre todos los miembros del equipo. Por su parte, los exploradores pueden acceder a posiciones más elevadas y detectar a los enemigos con el lanzamiento de unas granadas que los localizan. Por último, los ingenieros pueden desplegar por el escenario torretas ametralladoras, así como una herramienta para reparar nuestras fortificaciones y alambradas, por lo que son de gran ayuda para nuestro equipo desde un punto de vista defensivo.
En resumen, nos encontramos con un multijugador que sigue siendo tan divertido y adictivo como siempre, apostando también por introducir algunas novedades que le otorguen mayor variedad a su planteamiento. A buen seguro que será uno de los títulos más jugados en el multijugador de la plataforma de Microsoft en los próximos meses.
Gráficos
Cuando hacíamos un repaso a la saga al comienzo del análisis, señalábamos como uno de sus elementos caracterizadores el increíble apartado gráfico que le ha caracterizado. La primera entrega fue seguramente el primer juego que nos hizo realmente sentir que estábamos en una generación nueva. Un demostración de poderío técnico que asombró a crítica y público. Las sucesivas entregas fueron perfeccionando el producto de manera que siempre han rayado a un nivel sobresaliente, con mención especial al cierre de la trilogía, que es uno de los mejores apartados gráficos que hemos disfrutado en los últimos años.
People Can Fly ha sabido mantener este altísimo nivel, exprimiendo al máximo el formidable Unreal Engine 3 y ofreciendo un producto rotundo desde un punto de vista visual, que impresiona en todo momento tanto por su gran acabado técnico, como por lo espectacular de la acción y el gran diseño artístico de todo el conjunto.
A nivel artístico el juego es una delicia visual, con unos colores más vivos y realistas, a la vez que unos efectos de iluminación de una gran naturalidad y belleza que realzan aún más los maravillosos escenarios. Estos últimos destacan por ofrecer una gran variedad de grandes localizaciones, plazas y edificios descomunales. En esta ocasión se ha optado por una ambientación más urbana, lo cual supone un gran aliciente porque en muchas ocasiones resulta muy diferente de lo que vimos en los títulos anteriores. El diseño de todas las estructuras y niveles es fabuloso a todos los niveles, dando lugar a escenas de una gran belleza. En los pocos momentos de descanso que nos deja el juego, resulta muy recomendable recrearnos con el entorno y el gran trabajo realizado.
No menos destacable es el diseño de los protagonistas, que como en las entregas anteriores destacan por su poderío y por un aspecto muy cuidado en todos los detalles. Los Locust vuelven a sorprender por lo increíblemente bien que están realizandos, así como por la gran variedad existente. Aparecen muchos de los enemigos que ya conocíamos, pero también se producen una serie de nuevas incorporaciones.
Las animaciones son otro de los aspectos positivos que merece la pena mencionar. Y es que tanto los movimientos de nuestro grupo protagonista como del resto de personajes y enemigos, resultan muy convincentes y naturales. Por si fuera poco, todo se mueve con una enorme fluidez, sin ralentizaciones de ningún tipo a lo largo del juego.
Sonido
El juego apuesta por una banda sonora más cañera, que le sienta genial a una acción mucho más intensa y frenética que nunca. Pero lo más destacable en este apartado son unos efectos de sonido espectaculares y rotundos poco pocos, que merece la pena disfrutar en un buen equipo de sonido. Será como estar en la guerra directamente. También hay que resaltar el gran trabajado realizado en el doblaje a nuestro idioma, que nos permitirá meternos de lleno en la historia y la acción.
Conclusión
La que a buen seguro será la última entrega en la actual generación de una de las mejores sagas de acción de los últimos años mantiene el mismo altísimo nivel que la ha caracterizado. People Can Fly no ha decepcionado en su debut en el Universo Gears y nos ofrece un título sobresaliente en todos sus apartados, con la misma jugabilidad que siempre, pero apostando por un desarrollo más intenso y vertiginoso que en anteriores ocasiones. Manteniendo la esencia de la franquicia, ha sabido también introducir una serie de novedades, tanto en la campaña como en el multijugador, que suponen un soplo de aire fresco.
Gears of War: Judgment es un título imprescindible para todos los amantes de la acción y de los shooters en tercera persona, que podrán disfrutar de una campaña apabullante en términos de diversión y un multijugador tan bueno como estamos acostumbrados. Si eres usuario de Xbox 360, no puedes dejar de comprar uno de los mejores títulos de este año, y si todavía no posees la máquina de Microsoft, aquí tienes un motivo más para hacerte con ella lo antes posible.
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