Precisamente, es cuando se opta únicamente por acumular más y más contenido sin añadir novedades, cuando una saga puede comenzar a perder lo que le hizo grande. En Ubisoft lo tenían claro desde el comienzo de su exitosa franquicia Assassin's Creed, lo que ha permitido mantener la esencia de la serie pero introduciendo suficientes novedades en cada entrega que justificarán su lanzamiento.
Así, hemos recorrido media Italia del Renacimiento, hemos corrido a través de frondosos bosques y nevados escenarios y hemos tripulado un barco de rudos piratas. Nadie podrá echar en cara a la saga el haberse limitado a ofrecer lo mismo año tras año, sino que ha apostado por ofrecer nuevas ideas y novedades jugables, para intentar mantener el interés tanto de los que llevamos disfrutando desde la ya lejana primera entrega como de los que se han ido incorporando en las sucesivas secuelas, numeradas o no.
Lo que está claro es que Assassin's Creed se ha convertido con méritos propios en una de las sagas más prestigiosas del mundo de los videojuegos, además de la nueva IP más exitosa de la anterior generación.
Todas y cada una de las entregas anteriores nos han permitido disfrutar de excelentes títulos acción y aventuras. A caballo entre dos generaciones, el año pasado recibíamos Assassin’s Creed IV: Black Frag, título intergeneracional que repetía en Xbox 360, PS3 y PC pero que por primera vez llegaba a unas recién estrenadas Xbox One y PS4. Como sucede siempre con los primeros títulos en cada nueva generación, aquella primera incursión no aprovechaba todo el potencial que ofrecían las nuevas máquinas de Microsoft y Sony. Sin embargo, esto no impidió que disfrutáramos con las andanzas de Edward Kenway en el continente americano. Aunque estábamos ante un título sobresaliente, sí que se notaba cierto desequilibrio entre las grandiosas batallas en alta mar y la parte de exploración y parkour, que siempre había sido la esencia de la franquicia.
Análisis en profundidad de Assassin's Creed Unity
Con Assassin’s Creed Unity no sólo regresamos al viejo continente, que sirve de escenario para este nuevo título, sino que se retoma el estilo clásico de la franquicia, en concreto, de la que para muchos es la mejor entrega de todas, Assassin's Creed II. Sin duda, un excelente punto de partida para el que es la primera entrega diseñada en exclusiva para la nueva generación, algo que notaremos desde el primero momento al admirar el increíble apartado gráfico del juego, imposible de concebir en la antigua generación de consolas.
Una vez más, la saga elige como marco de la historia una etapa de la historia apasionante, en esta ocasión la París del siglo XVIII, que ha sido recreada con todo lujo de detalles, incluyendo los edificios más conocidos de la capital parisina, tal y como estaban en dicha época. La Catedral de Notre Dame, el Palacio de Versalles, El Louvre, Les Invalides, la Bastilla y muchos otros edificios y barrios muestran una fidelidad histórica y arquitectónica absoluta, con un nivel de detalle enfermizo que te permitirá acercarte y examinar hasta el último elemento de los escenarios como si fuera real. Las únicas pequeñas modificaciones que se han realizado se explica por la necesidad de facilitar el movimiento de nuestro protagonista entre edificios de dimensiones tan grandes, favoreciendo siempre la movilidad y nunca supeditando la jugabilidad al diseño. Más bien, vamos a disfrutar más que nunca moviéndonos por esta majestuosa recreación de la Ciudad de la Luz.
Aunque el contexto histórico es el de la Revolución Francesa en su mayor parte, no será el único, ya que también realizaremos varias escapadas temporales a otros momentos de la ciudad, como durante la Segunda Guerra Mundial, pero también a otros lugares, como la muralla china. No os queremos desvelar más detalles para no eliminar el factor sorpresa, pero incluso habrá cambios importantes en las mecánicas tradicionales.
Assassin’s Creed Unity ha necesitado cuatro años de desarrollo, lo que nos puede hacer una idea del inmenso trabajo que había por delante a la hora de recrear un escenario tan espectacular e inmenso como es París con un nivel de detalle tan elevado.
Ello ha sido posible también gracias a la potencia de las nuevas consolas y PC's actuales. Todos los escenarios que visitaremos gozarán ahora de mucha más vida, con calles repletas de gente que se mueven de manera completamente independiente, con sus propios gestos, comportamientos y reacciones. No menos espectacular es el trabajo realizado con los efectos climáticos y el nuevo sistema de iluminación. Éste último es lo más realista que habíamos visto en un juego de estas características hasta ahora, permitiendo que todos los edificios luzcan también más reales que nunca. Un trabajo descomunal que no se detiene ahí, sino que alcanza a todos y cada uno de los elementos: personajes, interiores (mayores en tamaño y número que en entregas anteriores), animaciones…
Lo que no varía afortunadamente es la esencia de la franquicia. Y es que si algo ha funcionado a lo largo de tantas entregas, ¿para qué cambiarlo? Se trata de mantener la fórmula base de la serie, aunque, eso sí, introduciendo novedades jugables que mejoren el producto final. Y así es como ha sido como iremos viendo a lo largo del análisis. Unity nos invita a disfrutar del mismo estilo parkour de las entregas anteriores, que ahora resulta mucho más natural y realista, que nos permitirá movernos libremente por un inmenso mapeado repleto de misiones y tareas para realizar.
También regresa el sistema de ataque de la saga a Assassin's Creed Unity, aunque bastante mejorado con el objetivo de que ya no sean un paseo los enfrentamientos. Ahora, vamos a tener que hacer uso de todas nuestras habilidades y movimientos, además de estar muy atentos al "timing" a la hora de defendernos o atacar, algo que tendrá total una importancia vital cuando estemos rodeados de varios enemigos. Se acabó el "chollo" de ir derrotando uno a uno a todos los rivales que nos rodean, mientras que el resto se queda esperando su turno. En Unity, estar rodeados de varios enemigos equivaldrá en la mayoría de ocasiones a muerte segura. De ahí que sea muy importante también analizar los escenarios antes de actuar y valorar si estamos en clara inferioridad numérica.
Se mantiene la propuesta jugable de la serie, de manera que estamos ante una aventura de acción histórica-ficticia que se define por ofrecer un descomunal mundo abierto, más extenso y con más actividades para realizar que nunca. Además de grandes escenarios abiertos, ahora mucho de los edificios nos permitirán introducirnos en sus interiores, lo cual será clave para determinadas misiones, para escapar, realizar encargos e incluso ocultarnos.
La base jugable del juego se sustenta en la exploración, la aventura, el plataformeo -más ágil que nunca gracias a las nuevas mecánicas de parkour-, la acción y los enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Además, ahora el sigilo gana peso gracias a las nuevas técnicas de cobertura introducidas, que darán mucho juego en el desarrollo de las misiones. Tampoco faltan la presencia de minijuegos y la búsqueda de toda clase de objetos coleccionables, que incrementan si cabe la de ya por sí elevada duración del título.
Como ha venido sucediendo en cada nueva entrega, se han introducido nuevas características y mecánicas que permiten perfeccionar una fórmula de gran éxito. Una de las grandes mejoras ya la hemos citado en el párrafo anterior. Nos referimos a las nuevas mecánicas y habilidades introducidas en el sistema de movimiento y parkour del juego. No se puede entender esta saga sin el parkour, pero en esta ocasión se ha potenciado de manera notable el número de movimientos disponibles , lo que se traduce en una mayor naturalidad a la hora de desplazarnos y movernos por los edificios.
Ahora nuestro personaje es mucho más ágil a la ahora de escalar y descender por las edificaciones. Se han limitado ciertas mecánicas repetitivas, como los famosos saltos a los fardos de paja, y se han añadido nuevas formas de descender de los edificios. La mejora es bastante importante, algo de lo que nos daremos cuenta de los primeros instantes. También se han incrementado las animaciones de los personajes cuando se desplazan por las calles, ya sea de forma sigilosa, paseando o corriendo.
La historia de Assassin's Creed Unity sigue siendo tan atractiva como siempre, suponiendo un gran aliciente descubrir un episodio más del eterno enfrentamiento entre asesinos y templarios, en esta ocasión en una de los períodos históricos más apasionantes: la Revolución Francesa. Ubisoft nos invita una vez más a viajar en el tiempo a una época clave para la historia de la humanidad.
Assassin's Creed Unity nos pone en la piel del joven Arno Dorian, un francés de Versalles que, después del fallecimiento de su padre, será adoptado por una familia perteneciente a la Orden de los Templarios. Cuando su padre adoptivo es asesinado, Arno decidirá unirse a la Hermandad de los Asesinos. Una historia apasionante en la que no faltará de nada: traiciones, giros inesperados un temible villano, el cameo de personajes históricos tan importantes como Napoleón e incluso la bella joven de la que nos enamoraremos. Además de conquistar nuestro corazón, Elise de LaSerre (hija de nuestro padre adoptivo) será nuestra gran aliada a lo largo de la aventura…aunque no la única.
La historia comienza como una tragedia que lanza a Dorian a una cruzada de venganza para proteger a todos los que ama. Aunque es una cuestión bastante subjetiva, en mi opinión Arno es el personaje mejor desarrollado de la franquicia. La forma en la que se nos narran sus motivaciones, su carisma, su sentido de la unidad o la devoción lo hacen muy real. La historia se mezcla perfectamente con su entorno para que todo el conjunto fluya mientras él busca respuestas.
La recreación parisina que encontraremos en Unity es magnífica, apabullante, con decenas de lugares de interés, recreaciones a escala 1:1 de los edificios más conocidos de la ciudad y una asombrosa cantidad de cosas para realizar. París ofrece el escenario perfecto para la historia de Arno.
En pleno siglo XVIII, París es una ciudad que se encuentra a punto de estallar, en permanente conflicto, y así es como se nos muestra en el juego. Las calles están atestadas de revueltas, personas que se manifiestan frente a los edificios del gobierno, multitudes que asisten a las ejecuciones públicas. El trabajo realizado es increíble, hasta el punto que estamos seguramente ante el juego que mejor ha sabido recrear una etapa histórica. Será como viajar hasta la Revolución Francesa, sólo que ahora nosotros formaremos parte de ella.
Otro de los alicientes de esta entrega es el trabajo realizado para ofrecer una variedad mucho mayor de misiones. Y lo mejor de todo, es que ahora se nos da mucha más libertad que nunca a la hora de afrontar cada situación. Como habréis visto en algún vídeo, una misma misión se puede completar de múltiples maneras. Así, podemos optar por pasar desapercibidos, distraer a los enemigos, entrar en los edificios, hacer uso de las nuevas coberturas, apostar por el enfrentamiento directo (poco recomendable en la mayoría de ocasiones), robar con sigilo una llave o hacer uso de las alturas para espiar a nuestros objetivos, por citar solo unos ejemplos. Ahora cada asesinato es muy diferente en función de la estrategia que utilicemos. El juego nos invita a estudiar muy bien el entorno y a los objetivos, planificar nuestra táctica en función de ello y ejecutar de la manera más limpia posible. Posteriormente, será aconsejable huir lo más rápido posible y sin despertar sospechas de la escena del crimen.
Como señalábamos más arriba, se ha potenciado de manera significativa todo lo relativo a la infiltración, de manera que ahora será mucho más fácil hacer uso del sigilo en las misiones (aunque no siempre). Además de la clásica vista de águila y de las bombas de humo, ahora podremos cubrirnos para no ser vistos, movernos entre coberturas y realizar técnicas avanzadas. Asimismo, se ha incluido una mecánica parecida a lo que vimos en las últimas entregas de Splinter Cell. Y es que cuando seamos visto por los enemigos, se nos mostrará con una silueta de la última posición conocida, de manera que podremos anticipar las acciones de nuestros rivales cuando siguen nuestro rastro.
Otra de las mejoras importantes que encontramos en esta entrega es la relacionada al sistema de combate. Todos los enfrentamientos ahora suponen un reto real, de manera que se acabó eso de acabar con decenas de enemigos con el único uso de un botón del mando. En cierto modo, se ha hecho mucho más tosco y real, de manera que sea mucho más complicado batir a los enemigos, sobre todo cuando nos superan en número, ya que ahora no se quedarán mirando mientras uno de sus compañeros recibe hasta el carnet de identidad. La acción de contraataque resulta clave ahora, obligándonos a calcular muy bien el momento exacto para obtener éxito.
Además, hay que tener en cuenta que nos encontraremos con más clases de enemigos, incluyendo los que utilizan armas de fuego o potentes armas pesadas, y que estos irán subiendo de nivel. Todo ello nos irá obligando a mejorar nuestro equipo si queremos seguir progresando en la aventura. Se ha conseguido un satisfactorio sistema de mejora, que hará que el interés no decaiga en ningún momento. Y es que otra de las grandes novedades de Unity es el nuevo sistema de personalización, con cientos de combinaciones distintas. Pero lo más destacable es que no estamos hablando sólo de un mero adorno visual, sino que cada uno de los accesorios y objetos repercutirá en las distintas variables de nuestro protagonista: el cuerpo a cuerpo, la salud, el ataque a distancia o el sigilo.
Más allá de las posibilidades que ofrecen estas mejoras, también nos permitirán "vestir" a nuestro personaje con su propio modelo, algo muy importante también para distinguirnos del resto de asesinos en el cooperativo. Eso sí, en esta vida nada es gratis (y menos en París), por lo que deberéis hacer un buen desembolso para adquirir cada equipación y personalización. De ahí que la exploración se acrecienta aún más en esta entrega, ya que será fundamental conseguir dinero para mejorar a Arno.
Para adquirir fondos deberemos cumplir misiones, pero también podremos ir saqueando todos los cuerpos que dejemos a nuestro paso, completar tareas que nos encomienden o eventos multitudinarios, que consistirán en prestar ayuda a las personas que estén en problemas. Estos eventos son completamente aleatorios, por lo que en cualquier momento nos pueden sorprender mientras pateamos las calles de París e incluso dentro ya de las propias misiones, lo que dota al desarrollo de un gran dinamismo. Atrapar ladrones, asustar a matones o malhechores, eliminar a acosadores… Asimismo, podremos obtener dinero de nuestro propio negocio: el Café Théatre, que será también nuestro centro de operaciones. Al igual que sucedía en entregas anteriores, podremos mejorar las instalaciones, realizar reformas, abrir nuevos locales comerciales y cumplir con una serie de misiones que se irán desbloqueando. Lo que conseguiremos con estas tareas es ir incrementando nuestros beneficios.
Como vemos, el número de actividades a realizar es enorme, sin lugar a dudas, bastante mayor en número y variedad que en las entregas anteriores. Como os podéis imaginar, la duración del juego es inmensa, ya que tan sólo completar la campaña principal nos llevará más de 20 horas, pero sí queremos completar el juego en su totalidad deberemos dedicar más de 60 horas. Y es que las misiones principales son un pequeño porcentaje de las tareas a realizar en la majestuosa capital francesa, ya que también podremos completar las Historias de París, que nos permitirán conocer mejor la historia de la ciudad, al mismo tiempo que cumplimos encargos realizados por personajes históricos.
También está Distorsión Helix, que se centra en las nuevas mecánicas parkour, aunque en esta ocasión deberemos demostrar nuestra habilidad en el mismo escenario pero en otra época: la Belle Époque (finales del siglo XIX). Impresionante, ¿verdad? ¡Pues aún hay más! En los Asesinatos sin resolver deberemos hacer de improvisados detectives, analizando objetos y hablando con personajes para encontrar pistas que nos permitan resolver asesinatos. Por último, nos quedan las misiones o Enigmas de Nostradamus, que nos obligarán a resolver una serie de acertijos para descifrar la verdad.
A todos estos tipos de misiones habría que sumar los habituales coleccionables (cofres, artefactos…) y las clásicas atalayas, que resultan siempre un aliciente. Como ya sabréis, al llegar a su parte más alta, desbloquearemos una parte del mapeado, que a su vez nos descubrirá nuevas tareas y lugares de interés. Unity tiene una inmensa cantidad de contenido, por lo que lo más recomendable es ir alternando entre la campaña, el resto de misiones y tareas, al mismo tiempo que disfrutamos recorriendo las calles y edificios de París. Un auténtico lujo.
Para el final hemos dejado otro de los grandes alicientes de esta entrega: el cooperativo hasta para cuatro jugadores. Se trata de casi una veintena de misiones que podremos completar en compañía de otros jugadores, aunque también podremos afrontarlas en solitario. Se ha diseñado estas misiones pensando en su faceta cooperativa, de ahí que sea fundamental que colaboremos todos los jugadores para alcanzar el éxito. La variedad de objetivos es también muy elevada: asesinatos, robos, escoltas, seguir un objetivo… Contamos con un sinfín de posibilidades a la hora de afrontar estas misiones, aunque cómo más se disfruta es trabajando en equipo, para lo cual la compenetración y el diálogo será clave.
Por si fuera poco, todo el mapeado está disponible para esta modalidad, sin limitaciones de ningún tipo. Aunque no se podrán jugar en cooperativo la campaña, sí que podemos recorrer el escenario para encontrar todos los coleccionables. Por último, este modo nos permite crear nuestros propios clubes, lo que nos permitirá unirnos a las misiones que tengan activas.
Gráficos de Assassin's Creed Unity
Se nota que estamos ante el primer Assassin's Creed diseñado en exclusiva para la nueva generación. Gracias a ello, la saga alcanza un nuevo nivel, muy superior a lo que habíamos visto en Xbox 360 y PS3. El mejor ejemplo de lo que decimos es la excelente recreación de París, un escenario inmenso que además ha sido realizado con absoluta fidelidad. Estamos, sin lugar a dudar, ante uno de los escenarios más bellos que hemos podido disfrutar nunca en videojuego alguno. El diseño de todos los edificios históricos y calles es fascinante, pudiéndose diferenciar los distintos materiales y cada elemento arquitectónico.
Un trabajo apabullante que se ve favorecido por un soberbio tratamiento de la luz. El sistema de iluminación permite que todas las edificaciones luzcan aún más reales. Además, según la hora del día y la climatología, éstos lucirán distintos. Cualquier elemento que vemos en pantalla reacciona de forma exclusiva a la iluminación, lo que se traduce en escenas de una inmensa belleza, con toda clase de sombras, contrastes y juego de luces. Un buen ejemplo de lo que decimos es salir de un edificio, que nos cegara por un momento la vista si el sol está luciendo en ese momento en todo su esplendor.
Ubisoft se ha mostrado muy ambiciosa en esta entrega en todo el apartado técnico, exprimiendo al máximo el motor AnvilNext, que permite mantener la tasa de frames de 30 fps estables en casi todo momento. Es verdad que notaremos ciertas caídas en algunas escenas cuando haya una excesiva carga poligonal y de personajes, pero se puede entender si tenemos en cuenta la soberbia calidad del conjunto. Además, sus responsables ya se encuentran trabajando en estos pequeños problemas para solucionarlos con futuras actualizaciones. En cualquier caso, en casi la totalidad de la aventura no notaremos problemas importantes respeto a la fluidez.
Mención especial para el tratamiento de los rostros de nuestro protagonista y del resto de personajes secundarios. El excelente uso de la técnica de "motion capture" ha permitido que los personajes se muestren más reales que nunca, con unos gestos impactantes por lo naturales que resultan. El pelo también cuenta con un gran realización, como comprobaremos al admirar el cabello de Elise. El mejor momento para admirar las caras es en las excelentes cinemáticas realizadas con el propio motor del juego.
Por último, destacar que las versiones de Xbox One y PS4 cuentan con una resolución de 900p, lo que ha permitido ofrecer una nitidez, aunque en este sentido, es el PC que sale ganando gracias a una mayor resolución. En cualquier caso, las tres versiones ofrece un nivel técnico y gráfico muy elevado, y más cuando tenemos en cuenta la cantidad de personajes y elementos que pueden aparecer al mismo tiempo en pantalla, a años luz de lo que, por ejemplo, nos ofrecían las entregas anteriores.
Sonido de Assassin's Creed Unity
La saga nos ha acostumbrado siempre a ofrecer bandas sonoras de enorme calidad, y en esta ocasión no iba a ser una excepción. Temas de gran calidad que casan muy bien con la ambientación que nos propone la aventura y que suponen un gran acompañamiento a la acción. La ambientación sonora de París es también espectacular, aunque sí algo nos ha fascinado, una vez más, es el sobresaliente doblaje al castellano, con actores que interpretan muy bien sus papeles (salvo en el caso de Christian Gálvez, que desentona en el papel de Napoleón). En cualquier caso, un trabajo soberbio.
Conclusión de Assassin's Creed Unity
Aunque no es la primera entrega de la serie en la nueva generación de consolas, sí que estamos ante el primer título exclusivo para las nuevas consolas de sobremesa de Sony y Microsoft. Ello ha permitido a Ubisoft dotar a Assassin's Creed Unity de muchos más recursos con los que aprovechar la enorme potencia de Xbox One, PS4 y PC. El resultado es claro: una recreación brillante de la París de la Revolución Francesa, que nos permitirá viajar en el tiempo hasta uno de los períodos más apasionantes de la historia.
Más allá del increíble nivel audiovisual del juego y de su soberbia ambientación, lo mejor que se puede decir de Unity es que supone un regreso a la esencia de la serie, pero fortaleciendo los pilares centrales que han caracterizado a la saga. Y es que se han mejorado las mecánicas de sobra ya conocidos por todos los fans con nuevas mecánicas parkour, mucha más variedad de misiones, un estilo de combate más mejorado y exigente, mayor personalización y un mayor uso del sigilo. Todo ello ha permitido ofrecer al jugador la campaña más apasionante y divertida hasta ahora, que además ahora se encuentra potenciada por un adictivo cooperativo online hasta para cuatro jugadores.
El nuevo hardware da la sensación de haber permitido a sus creadores desarrollar el título que llevaban tiempo queriendo ofrecer pero que hasta ahora no habían podido por las lógicas limitaciones que ofrecían Xbox 360 y PS3. Se mantiene la exitosa fórmula de los títulos anteriores, pero añadiendo un gran número de mejoras a todos los niveles, lo que se traduce en uno de los mejores juegos de este 2014, un auténtico imprescindible para todos los amantes de la serie y del género de las aventuras de acción.
¿Qué os parece nuestro análisis para Xbox One, PS4 y PC de Assassin's Creed Unity?
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