

Para que la domótica llegue a tu hogar no es necesario cambiar todos los aparatos, solamente necesitas un especialista que diseñe la red y los conecte o automatice.
Puede tratarse de un único dispositivo que realiza una sola acción, hasta amplios sistemas que controlan prácticamente todas las instalaciones: los electrodomésticos, la calefacción, la iluminación, un sistema de alarmas, todo el equipo de audio, video e informática, hasta el riego de la terraza o jardín.
Para obtener todo el beneficio posible de estos equipos la solución es hacer que trabajen de forma coordinada, que haga posible, por ejemplo, que se encienda la calefacción únicamente si la temperatura de la habitación no supera los 18 grados, que no se activen más de tres electrodomésticos a la vez para no sobrecargar la red eléctrica, o que se apague la luz de las habitaciones si no hay nadie en ellas.
Tanto los equipos que conectamos a través de la red eléctrica como los que comuniquemos a través de sistemas inalámbricos podrán ser controlados a distancia desde fuera del hogar.
La red básica de domótica se compone (además de los aparatos que tenemos conectados) de lo siguiente:
- Controlador: un dispositivo que gestiona el sistema.
- El actuador: recibe la orden del controlador y actúa (encendido-apagado, subida-bajada).
- El sensor: capta información (de agua, gas, humo, temperatura, iluminación, etc).
- El bus: el medio de transmitir la información (red eléctrica, red telefónica, inalámbrica).
- Los interfaces: pantallas, en las que se muestra la información.
Es una nueva forma de utilizar nuestros electrodomésticos, dando mayor comodidad a nosotros y ahorrando energía para mayor optimización de los recursos.
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