

Funcionamiento del aire acondicionado
La refrigeración por compresión es la alternativa más habitual dentro de entornos domésticos. El proceso de enfriamiento del aire que flota en el ambiente se lleva a cabo a partir de las siguientes fases:
- El compresor se sitúa en la unidad exterior y su función principal es comprimir el gas. Las consecuencias del proceso son un cambio de estado a líquido y un incremento de la temperatura.
- El siguiente paso es bajar la temperatura de este refrigerante. Para ello se opta por un procedimiento de sub-enfriamiento que sustrae literalmente el calor al líquido y los expulsa al exterior. Además, vuelve a producirse un cambio estado a gaseoso aunque no de forma íntegra pues una parte se mantiene en estado líquido.
- La mezcla del gas y el líquido residual se introduce dentro de la válvula de expansión y como resultado caen los niveles de presión y temperatura del gas.
- En el siguiente proceso la solución resultante vuelve a incremente su temperatura mediante el evaporador y un proceso llamado "sobrecalentamiento". Este gas tiene una temperatura inferior a la de la estancia y el calor es despedido para enfriar el gas y equilibrarlo hasta se sitúe en una temperatura similar.
- Es entonces cuando el aire caliente se adentra dentro del circuito y se introduce en el evaporador para ceder su calor al gas refrigerante. De este modo la temperatura global de la estancia se enfría gradualmente.
- Por último el compresor absorbe el calor proveniente del gas refrigerante y lo dirige hacia el exterior de la estancia.
- Todos estos pasos se repiten de forma continua para enfriar la temperatura final de la habitación. En el momento en el que el termostato detecta que se ha llegado a cierta temperatura detiene el aparato hasta que vuelva a detectar que la temperatura ha vuelto a incrementarse e inicia de nuevo un proceso de enfriado.
El proceso es exactamente igual para proporcionar calor a un habitación sólo que se hace de forma inversa y mediante una válvula de inversión.