

Por red social online podemos entender todas las comunidades, páginas y programas que han ayudado a las personas a relacionarse desde un ordenador, superando todas las barreras geográficas gracias a ese nuevo universo revolucionario llamado Internet.
Todo se inició con los chats públicos, que pronto desembocaron en el chat privado más conocido del todavía prácticamente recién nacido Internet: hablamos de Messenger, la aplicación masiva de mensajería instantánea que irrumpió en los hogares en 1999 con una versión muy rudimentaria.
La comunicación a distancia se fue perfeccionando, de forma que ya no se podía enviar sólo texto, sino también imágenes e incluso vídeos y sonidos con nuevas versiones de Messenger. Proliferaron los blogs, y las comunidades de blogs donde las imágenes tenían un protagonismo esencial (como Fotolog). El salto más espectacular ha sido el de las nuevas redes sociales en sus múltiples facetas y versiones: Facebook, Tuenti, Twitter y todas aquellas de ámbito geográfico determinado o de una temática concreta.
La cifra de participantes en las redes sociales es imparable. Pero lo más destacable y no por ello menos decepcionante es la acusada centralización de las redes sociales en una sola, la gran red de redes: Facebook. Ya son 500 millones de usuarios, como decíamos en un artículo en este mismo blog.
La pregunta es: ¿Facebook es inmortal? Internet está en un constante devenir, así que es muy improbable. Entonces, ¿cuál será la evolución de las próximas redes sociales? ¿Qué aportarán? Seguramente más servicios integrados, más empresas interconectadas. Por ejemplo, una especie de Facebook con servicios integrados varios, como uno de música al estilo Spotify y uno de blogs como Wordpress. Más aplicaciones está bien, pero como usuarios debemos reaccionar a favor de un mayor control de nuestros datos, y por tanto, evitar caminar hacia una sociedad vigilada. Esto podría culminar, por ejemplo, en que pertenecer a una determinada red social sea determinante y necesario para obtener un trabajo, de la misma forma que hoy es imprescindible disponer de teléfono móvil para ello.
Imagen de edans, Flickr.