Sobre la base técnica de la tercera entrega de la prestigiosa saga, Ubisoft nos trae una propuesta bien diferente, al menos en cuanto a su apariencia, un homenaje al cine de acción de los años 80 y comienzos de los 90, un título de acción que despertará la nostalgia de los que ya tenemos unos añitos y crecimos con las películas de los Schwarzenegger, Stallone, Willis, Van Damme y compañía.
Far Cry 3 Blood Dragon es un título que no se toma nada en serio, que apuesta por el humor y la acción más desenfrenada, así por parodiar de una manera muy acertada los elementos más conocidos de la cultura popular de la década de los 80. Puede que a los más jóvenes les parezca extraño lo que intenta representar el juego de Ubi Montreal, pero tanto ellos como los más veteranos, que se sentirán plenamente identificados con el juego, disfrutarán al final de un trepidante shooter, que recoge todo lo mejor de Far Cry 3 para ofrecernos un mundo completamente distinto.
Ya desde el comienzo, nos daremos cuenta que estamos ante un juego bastante peculiar, que toma prestado hasta el típico argumento que encontrábamos en las películas en VHS (nada de Blu-ray, ni DVD y menos formato digital en esa época) de los 80. Así nos encontramos en una Tierra "futurista" en el año 2007 devastada por la guerra nuclear que tuvo lugar en los 90. Nuestro protagonista, el sargento Rex "Power" Colt, mitad robot, mitad máquina (¿os suena de algo?) deberá enfrentarse a toda una legión de enemigos de lo más peculiar que van desde máquinas, cyborgs asesinos, científicos mutantes, terribles Dragones Sangrientos o tiburones metálicos, entre otros muchos.
Nuestro protagonista es un supersoldado que contará con un completo arsenal para intentar acabar con el villano de turno en un entorno post-apocalíptico. Como ya pasará en Terminator, nosotros mismos somos una de estas máquinas de matar, pero en nuestro caso estamos del lado de los humanos, por lo que acompañados de Spider, debemos intentar salvar a la humanidad.
Aunque el estilo es muy desenfadado, la realidad es que el argumento tiene bastante más peso que lo que es habitual en el género. Eso sí, en la mayoría de las ocasiones está tratado con un gran sentido del humor, sin tomarse nada en serio. Además, nos hará reír en más de una ocasión cuando, en perfecto español, nuestro protagonista o el resto de personajes sueltan algunas de esas frases míticas que hoy en día cuesta mucho esfuerzo tomárselas en serio, llegando a provocar incluso el sonrojo.
Tampoco faltan los guiños a escenas míticas, como cuando sale por primera vez el Terminator, el choque de brazos de Depredador y muchas otras que están en la memoria de todos los que disfrutamos con el cine de acción de los 80. La realidad es que se agradece mucho que el propio juego no se tome en serio y que realmente se intente hacer un homenaje repleto de bromas y buen rollo de esa época.
Nos ha encantado que se haya recurrido a viñetas en movimiento en las escenas entra misiones y para resaltar los momentos importantes. Estas escenas cuentan con el estilo gráfico de los 8 bits y los sonidos típicos, reforzando el carácter y el estilo del juego.
Como podéis comprobar, ningún elemento del juego responde al estándar que estamos acostumbrados en el género. Aquí nos vamos a encontrar con un popurrí de lo más curioso sin otro afán que el de sacarnos más de una carcajada, sin renunciar a un jugabilidad endiablada.
Como ya hemos señalado, este título arcade aprovecha la excelente base de Far Cry 3 para ofrecernos una propuesta diametralmente diferente, aunque igual de divertida, apostando por una acción más desenfadada y alocada y en la que no faltarán homenajes continuos. Tenemos, por tanto, un personaje fanfarrón y carismático como pocos, un buen número de misiones, una total libertad de movimientos para enfrentarnos a nuestros enemigos y mucho humor adulto e irreverente que a buen seguro nos sorprenderá.
La campaña cuenta con una duración de entre 8-10 horas si nos centramos sólo en la campaña principal, desbloqueándose un nivel de dificultad más alto al completar, por lo que la rejugabilidad está asegurada. Además, la libertad de acción que nos concede el juego invita a probar distintas formas de pasarnos las misiones. Y es que no nos podemos engañar, a pesar de su peculiar apariencia y su estilo desenfadado, Blood Dragon esconde un título de gran calidad que entusiasmará a los amantes del género.
Centrándonos ya en las misiones propiamente dichas, antes de comenzar recibiremos las instrucciones de nuestro inseparable Spider o la Doctora Elizabeth Darlink, personajes que a su estilo nos darán las instrucciones de la misión, no sin antes lanzar algún tipo de puya a nuestro personaje. Pero claro, nuestro protagonista no es ninguna monjita de la caridad, por lo que no mantendrá el pico cerrado en ningún momento, respondiendo siempre con palabras malsonantes y un alto grado de chulería, lo que a buen seguro os va a dibujar una sonrisa perenne en la cara durante toda la aventura.
Resulta difícil no quedarse atrapado por el estilo tan desenfadado y divertido del juego, con diálogos geniales en mucha ocasiones, que son el mejor acompañamiento para la acción que nos espera por delante.
Una vez que nos lancemos a salvar a la Tierra, nos daremos cuenta que el esquema de las misiones des parecido al que ya disfrutamos en Far Cry 3. Así, hay una serie de misiones principales que siguen el hilo de la historia principal, así como numerosas misiones secundarias que nos proponen tareas de lo más variadas. Tampoco faltarán las instalaciones aliadas en las que se nos ofrecerán encargos, por lo que si queremos desbloquear todo el contenido y realizar todas las tareas la duración citada anteriormente se elevará considerablemente.
En todo momento podemos consultar el mapa para localizar los distintos puntos de interés. Al igual que en FC3, no faltarán la presencia de animales, aunque en este caso la fauna es bien distinta, bases militares plagadas de enemigos que harán saltar la alarma a la mínima sospecha de nuestra presencia, patrullas itinerantes, lugares secretos...
Una vez que pasemos el tutorial, en el que se nos cuenta de una manera bastante cachonda lo básico para comenzar, se nos abre un gran mundo abierto repleto de tareas para realizar. Ese precisamente es el principal punto fuerte de su propuesta. Al igual que el shooter tropical, tendremos total libertad para movernos y organizar nuestra estrategia. Así, podremos visitar tiendas para recargarnos de armas y botiquines, explorar el escenario desde lejos con los prismáticos, lo que nos permitirá establecer nuestra estrategia en vez de ir a lo loco en plan rambo. Además, nuestro personaje podrá ir mejorando según vayamos cumpliendo misiones y matando enemigos, lo que nos hará aún más potentes.
Pero claro, la esencia del juego son sus misiones. Las habrá de todo tipo: sabotaje, aniquilación, protección, limpieza, captura... Además, todas ellas están diseñadas de una forma brillante, realizando verdaderas parodias de películas como Aliens, Terminator, Depredador, 1997: Rescate en Nueva York y muchas más. El estilo retro y la chulería de todos los personajes acrecientan aún más este estilo, que no busca otra cosa más que homenajear a estos grandes clásicos de los 80.
Las misiones secundarias son también bastante variadas, aunque ya son independientes de la historia principal y no tienen un argumento propiamente dicho. Entre los encargos que deberemos realizar se encuentran cazar criaturas, liberar fortalezas enemigas, asaltar determinados puestos enemigos o enfrentamientos contra grupos de enemigos que nos encontremos.
Como ya sucedía en Far Cry 3, contaremos con un gran número de vehículos a nuestra disposición que nos permitirán movernos por los amplios escenarios, ya sea por tierra, mar o aire. Aunque su diseño ha variado para adaptarlos al estilo del juego, realmente su comportamiento es igual de bueno que en el título original. Lo mismo podríamos decir de las armas, que muestran una gran variedad, que son variaciones de las que ya conocíamos, dotándolas de un toque futurista. No faltarán las ametralladoras, pistolas, escopetas, el famoso arco, lanzallamas o rifles de francotirador con efectos demoledores... Además, también se podrán ir mejorando las armas según vayamos avanzando.
A pesar del amplio arsenal que tendremos a nuestra disposición, como ya sucedía con Jason, el juego premia el sigilo, de modo que muchas veces la mejor manera de afrontar las misiones es realizando muertes silenciosas y pasando desapercibidos. Para ello, vamos a poder utilizar el escenario para escondernos y también una serie de movimientos letales, como ejecuciones silenciosas, que podremos encadenar con varios enemigos, o el lanzamiento de shurikens ninja para matar a los enemigos sin hacer ruido.
Hemos dejado para el final a los omnipresentes dragones que dan nombre al juego y que son otro elemento a tener en cuenta. Dichos dragones son unas bestias cibernéticas de gran tamaño que deambulan por los escenarios libremente, pudiéndonos atacar en cualquier momento si nos detectan por el ruido, ya que por son ciegos y se valen de su gran oído. De ahí que deberemos intentar evitarlos, sin hacer ruido ni acercarnos mucho a ellos. Pero aún hay más, les podemos utilizar a nuestro favor para que ataquen bases enemigas o para despistar a nuestros rivales. Para ello, tan sólo deberemos utilizar como anzuelo los corazones que robemos de nuestros enemigos. Un añadido de lo más acertado que añade nuevas mecánicas jugables a la propuesta que ya conocíamos, ofreciendo de este modo una variedad aún mayor en su jugabilidad.
Gráficos
Al igual que ya sucedía con Far Cry 3, el apartado gráfico del juego es sobresaliente. De hecho, utiliza el mismo excelente armazón técnico para ofrecer una experiencia visual de primer nivel. Eso sí, nada más comenzar nos daremos cuenta que todo luce distinto, con una estética ochentera retro y, al mismo tiempo, de ciencia-ficción, lo que se traduce en que todos los elementos del juego (escenarios, personajes, disparos), se tiñan con de tonos rojizos y azules chillones, dando un aspecto distópico a todo el conjunto. Además se han añadido focos de luz de neón que resaltan más este peculiar estilo futurista.
Los personajes también responden a este nuevo estilo de ciencia-ficción, al menos como se entendía en los films de los 80. También rayan a un gran nivel los espectaculares efectos especiales y las explosiones producidos por todas las armas, que nos hará sentir que estamos viendo una de las entregas de Star Wars o la serie V.
Los escenarios muestran también un trabajo en sus diseños y son muy variados. Por último, destacar la fluidez con la que se mueve todo el conjunto.
Sonido
El sonido raya también a un nivel altísimo, con una banda sonora que conserva también el mismo estilo retro, hecha a base de sintetizador, con un calidad por momentos apabullante. La verdad es que nos ha sorprendido muy gratamente lo bien realizada que está, incluyendo además multitud de temas que evitan caer en la repetición. Los efectos de sonido suenan con una gran rotundidad, en especial cuando se trata de las armas.
Por último, destacar, una vez más, el grandísimo doblaje a nuestro idioma que se ha marcado Ubisoft. Un trabajo de gran calidad que refuerza aún más el carácter gamberro del juego, ya que será habitual que los comentarios y diálogos nos hagan reír a carcajadas. Por si fuera poco, el juego nos ofrece la posibilidad de disfrutar de las voces originales, incluyendo la del legendario Michael Biehn, que pone voz a nuestro protagonista.
Conclusión
Pocos podrían esperar que Blood Dragon acabará siendo un juego de tanta calidad y tan completo como finalmente ha sido. Un juego de acción alocado, gamberro, irreverente que rinde un enorme homenaje a los grandes clásicos de acción de los 80 y también a una década que marcó no sólo a los amantes del cine sino también que supuso e inició del boom de los videojuegos. Ambos artes se fusionan en este maravilloso shooter de Ubisoft que recoge la esencia del no menos brillante Far Cry 3, pero aportando su propio e intransferible estilo. Un auténtico juegazo que encantará a los amantes de la acción y que despertará nuestro lado más nostálgico.
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