



Una máquina pequeña y silenciosa que destaca por no necesitar tinta. Los propios papeles donde queda impresa la fotografía generan internamente los colores gracias a los cristales que forman parte de los mismos y a la acción térmica del cabezal de la impresora. Esta tecnología se la conoce como Zink, el papel especial está compuesto por tres capas (magneta, cian y amarillo) de cristales que reaccionan ante los impulsos térmicos y forman la imagen.
Esta revolucionaria impresora portátil genera fotos de 5 x7 centímetros que se pueden imprimir desde cualquier cámara o teléfono móvil que disponga de tecnología Bluetooth.
Las fotos ya salen secas de la impresora, son resistentes al agua y a las huellas de los dedos, los colores que obtiene la PoGo te sorprenderán gratamente. Además, el papel es autoadhesivo y sin bordes para unos resultados todavía más profesionales. Su tiempo de respuesta es de 60 segundos y cada copia ronda los 35 céntimos de euro. Gracias a la batería que incorpora, la PoGo es totalmente autónoma, con una carga completa podemos imprimir hasta 15 copias. Eso sí, el cargador y el transformador abultan más que la propia impresora.
Su manejo es muy sencillo, de hecho sólo dispone de un botón de encendido y un par de indicadores luminosos. Una vez cargado el papel y realizada la calibración automática, todas las operaciones se realizan en el dispositivo desde el que estamos transfiriendo las fotografías. Este accesorio de Polaroid dispone de conexión Bluetooth para impresiones inalámbricas desde tu teléfono móvil, una conexión Pictbridge para imprimir desde tu cámara de fotos y una conexión USB para el PC.
Fácil de manejar, ligera y muy compacta, la PoGo trae nuevos aires a la fotografía digital y a un precio muy ajustado, ya que está disponible por 129 euros.