

Estos nuevos televisores PLED no requieren de retroiluminación, puesto que cada pixel cuenta con su propia luz. Esto hace que cada modelo cuente con más de 6 millones de puntos de luz, o lo que es lo mismo, 32.000 veces más que lo que ofrece un LED. Además, la pantalla está cubierta por un filtro antireflejos, intentando así solucionar uno de los principales puntos débiles de los televisores actuales. Con esta nueva tecnología se consigue colores más vivos y reales, se eliminan sombras o la tan habitual difuminación que se da cuando hay movimientos rápidos en pantalla.


Los PLED, al menos estos primeros modelos, cuentan con la habitual resolución Full HD (1080p), 600Hz de frecuencia de refresco, contrastes dinámicos de 5.000.000:1, un tiempo de respuesta de 0,01 milisegundos y procesado de imagen de 16 bits, lo que supone que cada uno de los tres píxeles principales (rojo, verde y azul) cuenta con 6.000 grados de color. Como vemos, estos datos lo sitúan a la altura de los modelos más destacados de la actualidad, aunque como ya hemos dicho, ofreciendo una mejor calidad de imagen.
Otro de los aspectos que nos han gustado de los nuevos PLED de LG es que su precio no se eleva respecto a modelos similares basados en la tecnología LED. De hecho, los dos primeros modelos anunciados tienen un precio bastante ajustado. El modelo de 50 pulgadas costará 1.699 euros y el de 60 pulgadas tendrá un coste de 2.199 euros.
Ambos modelos serán también compatibles con la tecnología 3D activa, a diferencia de los LG Cinema Display con gafas pasivas. Estos dos primeros televisores PLED estarán disponibles a partir del 15 de abril, de hecho en algunos comercios ya admiten reservas.
Enlace: LG