Si no somos aficionados al golf, ni hemos practicado en alguna ocasión este deporte, puede que pensemos que no es algo para nosotros, e incluso es habitual pensar que es aburrido, lento y poco interesante. Sin embargo, cuando Mario entra en escena, la cosa cambia diametralmente y nos espera una experiencia sumamente divertida, frenética y de lo más recomendable. Un título que nos reta no sólo a meter la pelotita en el cada hoyo, sino a luchar contra el resto de rivales, contra nosotros mismos por superar nuestros mejores registros, contra el viento y contra multitud de obstáculos que nos esperan en todos y cada uno de los recorrido.
No te de debes dejar engañar por su apariencia alegre y desenfadada, ya que el juego cuenta con una gran profundidad, por lo que deberemos practicar bien para llegar a ser unos campeones. Y es que uno de los atractivos del cartucho es que se logra un gran equilibrio en su jugabilidad, de manera que sea muy accesible jugar, pero al mismo tiempo se requiera de bastante tiempo y habilidad para llegar a ser todo un profesional del gol.
Esta serie se ha ganado por méritos propios una legión de fans que estaban deseosos de ver lo nuevo de Camelot para la consola portátil de Nintendo. Aunque ya tuvimos una primera incursión bastante notable con Mario Tennis Open, es ahora cuando recibimos su mejor juego no solo en esta consola, sino el mejor título deportivo de cuantos han protagonizado Mario y el resto de habitantes del Reino Champiñón. Manteniendo la altísima diversión que ya ofrecían las entregas anteriores de la serie, Mario Golf: World Tour amplia su oferta con un gran número de personajes, campos y modos de juego, por lo que tenemos entretenimiento para mucho tiempo. Y es que vamos a poder jugar en más de 126 hoyos, cada uno con sus propios retos y dificultades, y todos ellos inspirados en los maravillosos mundos de Mario.
Hay que agradecer a sus creadores el haber envuelto al juego de un apartado gráfico tan atractivo, muy sólido, colorido y alegre, de manera que todos los fans de Mario y sus títulos podrán reconocer perfectamente cada uno de los escenarios. Además, podremos elegir nuestro personaje favorito entre un gran número o bien optar por utilizar nuestro propio Mii para practicar golf, ya sea de forma individual o contra otros jugadores de todo el mundo. En efecto, una de las grandes novedades de esta entrega es su faceta multijugador, que siendo un juego deportivo se nos antoja imprescindible, ya que multiplica por mil las horas que le echaremos al juego.
Como ya hemos señalado anteriormente, el juego requiere de un período de aprendizaje, ya que no se trata de dar a la pelota con el palo, sino que deberemos tener en cuenta muchas variables: la potencia del golpe, el tipo de palo utilizado, la velocidad y dirección del viento, los obstáculos del terreno, la inclinación del suelo... No será nada sencillo embocar la pelota en el hoyo con pocos golpes y ser un buen competidor si antes no hemos realizado los tutoriales. En ese sentido, el juego ofrece todo un curso práctico para que podamos conseguir la puntuación más baja. Así, en la caseta de Toad recibiremos sabios consejos, mientras que antes de las primeras rondas se nos ofrecerán los tutoriales básicos. Asimismo, podemos optar por ampliar conocimientos con conceptos más complejos gracias al glosario golfístico disponible.
Es altamente recomendable tomarnos nuestro tiempo para practicar y aprender todos los conceptos básicos que rodean a este deporte. De este modo, pronto podremos estar realizando drives de gran alcance, putts muy precios o acercamientos ("approach") inteligentes que nos dejen en una posición favorable respecto al hoyo. Como muchos sabréis, se trata en cada hoyo de intentar cumplir con el número de golpes fijados para salvar el par. Si lo realizamos en menos, demostraremos ser unos campeones, ya que cuantos menos golpes acumulemos en cada campo, mayores serán las posibilidades de quedar primeros.
Eso sí, que nadie se piense que estamos ante un simulador complicado poco accesible. Nada más lejos de la realidad, de hecho el juego opta de manera acertada por la vertiente arcade, aunque ello no impide, ya decimos, una importante profundidad en su jugabilidad y mecánicas. Desde el primer momento nos vamos a divertir como solo Mario sabe conseguir en todos sus títulos, de manera que disfrutaremos mucho practicando y mejorando, además de probando los distintos personajes, sus posibilidades y los trucos especiales con los que contaremos.
El juego busca adaptarse a nosotros y no al revés, de manera que podremos optar e incluso alternar entre dos modos de control, igualmente recomendables. El más clásico nos invita a jugar con la cruceta y los botones, mientras que el otro hace uso de la pantalla táctil de la consola. Eso sí, el stylus nos permitirá tener cierta ventaja a la hora de realizar efectos (algo muy útil cuando queremos evitar ciertos obstáculos presentes en los recorridos) golpeando en cierto punto de la bola.
Antes de realizar nuestro siguiente golpe, podremos analizar la situación, de manera que podremos elegir entre distintos palos, seleccionar la zona dónde queremos que caiga la bola, el efecto que tomará la bola al tomar suelo o la distancia que alcanzar nuestro swing. Además, será muy útil elegir entre distintas cámaras que nos permitirán plantear una estrategia antes de golpear. Para todo lo anterior, contaremos con una interfaz muy intuitiva, que nos ofrecerá de forma accesible toda la información que necesitamos conocer. En definitiva, contaremos con toda la información necesaria para que ya sólo nos tengamos que preocupar en hacer un buen golpeo de la bola.
La vertiente arcade viene dada por la posibilidad de utilizar un gran número de ítems que nos ofrecerán una gran ayuda en las partidas. Estos objetos nos serán muy familiares: flores de fuego que permitirán que la bola atraviese todo, la clásica bala que permitirá que la bola se mueva a toda velocidad y alcance grandes distancias o el boomerang para realizar grandes efectos...El número es bastante elevado.
Pero de nada nos servirán estas ayudas sin la precisión necesaria para golpear la bola con la potencia y dirección adecuada. Otro de los atractivos vendrá dado por ir probando con cada personaje, de manera que demos con el que mejor se adapte a nuestro estilo de juego. Cada uno de ellos cuenta con sus propias características, por lo que la experiencia variará mucho de uno a otro.
Sin embargo, lo que más nos ha gustado de esta entrega es el increíble diseño de todos y cada uno de los hoyos. Además, la curva de dificultad está muy bien estudiada, de manera que al comienzo no tendremos muchos problemas en realizar buenas puntuaciones, pero poco a poco notaremos como cada vez hay más retos que nos pondrán en serios aprietos. En más de una ocasión maldeciremos ese elemento del escenario que nos impide seguir nuestro progreso.
Todos los recorridos cuentan con esa magia que solo Nintendo sabe impregnar a todos sus títulos. Muchos escenarios están inspirados en cada uno de los personajes, por lo que no será raro que visitemos bosques, el castillo de Peach, bosques, idílicos lagos (a los que irá a parar en más de una ocasión la bola...). En los recorridos no faltarán elementos decorativos tan clásicos como las monedas o los bloques sorpresa con distintos ítems.
Pero claro, todas estas buenas palabras caerían en saco roto si la cantidad y calidad de modos de juego no estuviera a la altura. Por suerte, no ha sido así, y nos encontramos con una oferta de lo más generosa. Así, podremos optar por una Partida Rápida (ideal para trayectos o cuando tenemos unos minutos libres), pudiendo elegir entre 12 personajes diferentes: Mario, Yoshi, Donkey, Luigi, Peach o Bowser, entre otros improvisados golfistas.
Una vez que hayamos seleccionado un recorrido, será el momento de configurar una partida a nuestra medida. Podemos optar por jugar en solitario o dar el salto y competir en el modo multijugador, tanto de forma local como en línea. Además podremos subir nuestras puntuaciones para participar en los distintos torneos. Estos últimos añaden una serie de variantes como competir todos con el mismo personaje o conseguir al mismo tiempo el mayor número de monedas. Por si fuera poco, no falta el clásico contenido extra que deberemos desbloquear, y que nos dará acceso a nuevos personajes y recorridos.
Todavía nos queda hablar del modo más completo del juego: el Club Castillo. Se trata de una especie de modo carrera que nos garantiza horas y horas de juego junto con nuestro Mii. Podremos movernos libremente por este selecto club, visitando las distintas instalaciones y hablando con todos los personajes, que se encargarán de darnos consejos o información sobre cada lugar. Pero la clave de esta modalidad será ir superando distintos recorridos, unas veces practicando, otras en clasificaciones y también participando finalmente en campeonatos. Deberemos conseguir buenas puntuaciones para acceder a nuevas pruebas y también para mejorar a nuestro personaje. Según mejoremos nuestro hándicap, más respetado seremos por nuestros rivales.
También podremos personalizar a nuestro personaje con el dinero que vayamos ganando. En la tienda podremos adquirir toda clase de equipamiento, que además servirá para mejorar las características de nuestro personaje. La cantidad de contenido a desbloquear de este modo es inmensa, por lo que se convertirá rápidamente en nuestro favorito.
Por último, destacar que en su faceta online podremos también comparar nuestros resultados con los de otros jugadores y participar en torneos semanales e incluso podremos crear nuestras propias comunidades con las que organizar partidas.
Por tanto, la oferta jugable es inmensa. Y si todavía queremos alargar aún más la experiencia, podemos optar por adquirir el nuevo contenido que pondrá Nintendo a disposición de los usuarios. Así, podremos adquirir hasta un total de 108 nuevos hoyos, además de otros personajes seleccionables como Caco Gazapo.
Gráficos
Camelot ha hecho un excelente trabajo a la hora de trasladar toda la magia de Mario a un título de golf. Así, los gráficos destacan por su calidad, colorido y carácter alegre. Pero lo mejor de todo es la inmersión que se logra gracias a uno de los mejores efectos 3D que hemos visto en la consola. Y no hablamos solo desde un punto de vista visual, sino por la ayuda que supone en un deporte en el que las distancias y la profundidad son fundamentales. Pocas veces es tan recomendable activar el efecto como en esta ocasión.
La recreación de todos y cada uno de los hoyos es espléndida, con unos escenarios de una gran belleza que, además, están dotados de una gran variedad de ambientes. Además, hay que destacar que se tratan de entornos vivos, en los que no faltan la presencia de un gran número de elementos y obstáculos. Por último destacar la solidez que muestran todos los personajes que forman parte del plantel de golfistas.
Sonido
Este apartado pasa mucho más desapercibido, jugando un papel secundario, aunque hay que reconocer que los distintos sonidos de golpeo y ambientales están recreados de una manera muy precisa. También hay que destacar la bella banda sonora compuesta por Motoi Sakuraba, responsable de la saga "Tales of", que demuestra el mimo que se ha puesto en esta producción.
Conclusión
Puede que el golf no sea el deporte más popular entre los usuarios, pero cuando entran en juego Mario y el resto de personajes del Mundo Champiñón la cosa cambia totalmente. Y es que estamos ante un título deportivo tremendamente divertido, con un carácter arcade, pero que al mismo tiempo cuenta con una profundidad considerable.
El gran número de modos de juego, tanto en solitario como contra otros jugadores, nos aseguran decenas de horas de juego. Pero lo mejor de todo es un sistema de juego accesible, que nos permitirá disfrutar desde el primer momento, siempre con una sonrisa en la boca gracias al carácter alegre que desprende el juego por todos sus poros.
Camelot Software ha realizado un gran trabajo, trayéndonos un juego imprescindible para cualquier amante del golf y de los juegos deportivos. Destacar también el cuidado que se ha puesto a la hora de ofrecer un apartado audiovisual de gran calidad, con mención especial para un gran efecto estereoscópico.
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