De ahí no es de extrañar que la expectación fuera máxima desde que se anunció The Legend of Zelda: A Link Between Worlds, un título que prometía recuperar toda la esencia y calidad del que para muchos es el mejor juego de la serie y también uno de los más grandes de la historia de los videojuegos, The Legend of Zelda: A Link to the Past. Pocos juegos levantan tanta admiración como la aventura de Link, lanzada en la mítica Super Nintendo.
Pero estaba claro que Nintendo no se iba a conformar con ofrecernos un mero remake (que ya sería mejor que la mayor parte de los videojuegos actuales y pasados), sino que nos ofrece un juego completamente nuevo, que nos lleva a parte de los escenarios que visitamos en la consola de 16 bits, pero ofreciendo un sinfín de novedades, escenarios, mazmorras y personajes completamente nuevos.
En esta secuela del citado A Link to the Past, el jugador tendrá que guiar a nuestro querido Link a través de dos gigantescos mundos: Hyrule y su lado oscuro, Lorule. Por el camino, no faltarán numerosas mazmorras, con diseños más inteligentes y más divertidas que nunca, un enorme número de enemigos y jefes finales y puzzles que nos pondrán en serios aprietos en más de una ocasión.
En nuestro camino nos cruzaremos con personajes muy conocidos, como la princesa Zelda, Sahasrahla o el decano de Kakariko, entre otros muchos. También conoceremos a nuevos personajes que tendrán un gran peso en la historia, como es el caso del mercader ambulante Rovio (del que os hablaremos más adelante), o Hilda, la mística princesa de Lorule.
Pero lo mejor de todo es que, por primera vez, el jugador tendrá completa libertad para moverse y afrontar las situaciones en la gran mayor parte de la aventura. Una vez superados los primeros momentos que sirven de introducción para conocer los detalles de la épica historia que nos espera por delante, nuestro héroe podrá decidir en todo momento hacia dónde dirigirse.
Una vez superados los primeros instantes, en los que podremos adaptarnos al control y conocer los conceptos fundamentales del juego, nos daremos cuenta de uno de los cambios más significativos. Se rompe con el sistema tradicional de armas que llevábamos viendo desde el original de NES. Así, ahora no encontraremos las armas y objetos como el gancho según vayamos explorando las mazmorras, sino que deberemos comprarlos o alquilarlos directamente.
El encargado de proveernos será Rovio, que nos proveerá de una gran cantidad de herramientas, ya desde los comienzos del juego. Para ello utilizará como tienda improvisada nuestro hogar. Esta novedad influye mucho en el desarrollo, ya que seremos nosotros los que tendremos completa libertad para hacernos con ellos en cualquier momento, pagando para ello su "justo" precio. Este concepto nos permite hacer frente a la mayoría de mazmorras en el orden que elijamos, así como descubrir los numerosos secretos que se encuentran escondidos en ambos mundos. También se evita que nos encontremos en situaciones en las que no sepamos que hacer porque estamos mal equipados. Asimismo, si nos quedamos trabados en una mazmorra, siempre podremos volver más adelante y mientras continuar con nuestra aventura.
Eso sí, deberemos tener en cuenta que con este sistema, si nos quedamos sin vida, perderemos todos los objetos que hayamos alquilado. Pero bueno, los rubíes son abundantes, por lo que nunca nos quedaremos sin dinero para afrontar las compras que necesitemos.
Otra de las grandes ventajas que se nos ofrece es un sistema de viaje rápido. Es algo opcional, pero os aseguramos que agradeceréis mucho este ayuda cuando estéis lejos de la tienda de Ravio y necesitéis algún objeto o herramienta para poder continuar. Este novedad permite un sistema mucho más ágil, de manera que se evitan desplazamientos demasiado largos o tediosos. En anteriores aventuras de Zelda, no eran pocas las situaciones en las que pausar nuestro progreso por una mazmorra para volver a suministrarnos de dinero o herramientas. Aunque como estamos señalando, seremos nosotros los que decidamos siempre cómo queremos avanzar.
Además del brazalete que nos permitirá desplazarnos por las paredes, podremos comprar o alquilar un gran número de objetos que serán fundamentales en la aventura: el boomerang, el gancho, el Cetro de Hielo o el Báculo del Tornado serán algunos de ellos. También hay un objeto del que merece la pena hablar. Estamos hablando de una especie de gafas que nos permitirán encontrar una especie de espíritus que nos darán pistas sobre lo que debemos realizar cuando estemos perdidos.
Una vez más, las mazmorras serán las grandes protagonistas de la aventura. En total, nos encontraremos con 11 mazmorras principales que encontraremos entre los dos mundos que conforman la aventura. Todas cuentan con diseños muy inspirados que nos obligarán a encontrar llaves, utilizar todo nuestro ingenio, analizar los escenarios y, por último, derrotar a jefes finales. No faltan temas familiares para los fans de la serie como el agua, el hielo o el fuego, pero también se introducen un gran número de novedades y nuevos conceptos jugables. El no tener que buscar armas o nuevas herramientas dentro de estas mazmorras ha permitido crear rompecabezas muy ingeniosos, centrándose en el uso de los distintos objetos que portamos en nuestro inventario. De este modo se evita también meter estancias o habitaciones de relleno. Este nuevo concepto nos ha encantado, ya que mantiene el interés y la atención del jugador en todo momento. Además, no nos debemos pensar que esto implica una menor dificultad, ya que no faltaran la presencia de numerosos rompecabezas que nos obligarán a exprimir nuestras neuronas.
A pesar de que en un primer momento se pueda pensar que se ha simplificado la aventura, la realidad es bien distinta, ya que llegar hasta el final no será nada sencillo, y menos aún descubrir todos los secretos. Además, en esta ocasión tendrás que devolver el equilibrio a dos reinos. El equilibrio que se ha conseguido es perfecto, de manera que cualquier tipo de jugador se sentirá atrapado por la aventura, gracias sobre todo a un una curva de dificultad muy estudiada. Aunque no es tan complicada como otras entregas, sí que iremos descubriendo como va aumentando la dificultad progresivamente, hasta el punto que nos enfrentaremos a algunos puzzles y enemigos finales bastante exigentes.
Los dos mundos esconden también una gran variedad de misiones, minijuegos y retos que nos permitirán obtener rupias o contenedores de corazón para tener más vida. Por si fuera poco, una vez completemos la aventura principal, se desbloqueará el modo Héroe. En este nuevo modo, sufriremos más daño al ser atacados y encontraremos alguna sorpresa que no os vamos a desvelar pero que dota aún de más atractivo a esta modalidad.
En este punto debemos hablar de la tercera gran novedad que introduce The Legend of Zelda: A Link Between Worlds. Estamos hablando de la posibilidad de convertir a Link en un dibujo y así poder moverse entre paredes y muros. Este gran añadido nos ofrece un sinfín de posibilidades, además de añadir una nueva dimensión a la exploración de los escenarios y las mazmorras, así como la resolución de los rompecabezas. Eso sí, Link podrá mimetizarse con las paredes durante unos instantes, por lo que deberemos pensar antes en varias dimensiones para superar las diferentes situaciones. Esta nueva habilidad de Link contará con su propia barra de energía que se irá recargando con el tiempo.
A pesar de la cantidad de objetos que podemos utilizar, el sistema de control no podía ser más sencillo e intuitivo. Gracias a la pantalla táctil de la consola, se facilita el acceso al mapa y nuestro inventario en cualquier momento sin necesidad de pausar el juego.
Se recupera, con gran acierto, la perspectiva cenital que tan buenos momentos nos ha dado a los jugadores más veteranos. Pero lo hace de una manera espectacular, gracias a un nuevo motor gráfico, que permite que todo se mueva con una completa suavidad. Resulta una gozada moverse por los distintos escenarios, mientras disfrutamos de la belleza de todas las localizaciones y del enorme encanto que encierra el cartucho en su interior. Nintendo nos enamora con un juego maravilloso, que nos enganchará desde el primer momento y del que cuesta separarse.
La aventura principal nos llevará unas 15-20 horas completar, pero como ya hemos adelantado, la rejugabilidad es muy elevada gracias a la cantidad de secretos que deberemos encontrar para desbloquear todo y al nuevo modo héroe.
A pesar de recoger todo el espíritu de su predecesor de 16 bits, en todo momento tendremos la sensación de estar jugando a un título completamente nuevo. Y ello es posible gracias a que el desarrollo es completamente diferente, la aparición de nuevos personajes y un diseño de las mazmorras que en nada tiene que ver al de A Link to the Past. Sin embargo, en todo momento hace guiños y rinde homenaje al clásico de Super Nintendo. En definitiva, un juego que encantará tanto a los jugadores más jóvenes como a los que llevan toda la vida disfrutando de las aventuras de Link.
Gráficos
El juego cuenta con un estilo visual muy diferente a lo que estamos acostumbrados en los últimas entregas de Zelda, pero sin embargo, igual de maravilloso. La belleza de Hyrule contrasta con la siniestra y oscura recreación de Lorule. En ambos casos, estamos hablando de dos mundos gigantescos, por los que nos podremos mover con entera libertad y que nos cautivarán gracias al maravillo estilo artístico del juego.
Resulta maravilloso desplazarnos por escenarios tan coloridos y ricos en detalles, que además están más vivos que nunca y que cuentan con más elementos para recrearnos la vista. A pesar de optar por la clásica vista cenital, todo está recreado en 3D, algo que comprobaremos cuando nos transformemos en pintura. En estos momentos, el juego se acerca mucho más y nos permite observar con todo detalle todos los escenarios y personajes.
Tampoco falta el toque nostálgico en este apartado, con una recreación magistral de los escenarios que visitamos en la aventura de Super Nintendo.
Por último, destacar el maravilloso efecto estereoscópico, que más allá de su fantástica recreación, tiene una gran importancia en la aventura, ya que dota a la imagen de una mayor profundidad, lo que será de gran ayuda en las mazmorras y para encontrar determinadas secciones secretas. Estamos ante un perfecto ejemplo de como una tecnología se utiliza al servicio de la jugabilidad.
Sonido
Nintendo cuida siempre hasta el más mínimo detalle de sus grandes producciones. Y en esta ocasión no iba a ser menos, hasta el punto de que estamos ante una de las bandas sonoras más bellas de cuantas hemos podido disfrutar en la serie Zelda (lo cual es mucho decir, teniendo en cuenta la altísima calidad general).
Se han recuperado un gran número de melodías del clásico de los 16 bits, pero introduciendo novedades sonoras en cada partitura. Además, se han añadido nuevas melodías, de una calidad abrumadora, que nos acompañarán en todo momento. Temas épicos se combinan con otros mucho más tranquilos e incluso melancólicos.
Hay que destacar el altísimo nivel con el que suenan cada una de estas composiciones. Del mismo modo, se han incluido una cantidad de efectos de sonido espectacular, incluyendo todos aquellos que forman parte ya de la historia de los videojuegos, como los que suenan cuando abrimos un cofre, encontramos un secreto o nos entregan un nuevo objeto.
Conclusión
Cuando se anunció, todos nos llevamos una alegría inmensa pensando que por fin podríamos disfrutar de un remake de A Link to the Past. Sin embargo, lo que nos esperaba era aún más grande. Una secuela a la altura del original, que mantiene la esencia y el estilo jugable de la saga, pero introduciendo un gran número de novedades jugables, entre las que destaca la total libertad que ofrece al jugador y la la técnica de convertirnos en dibujos.
Desde Nintendo se ha apostado fuerte por esta producción, y el resultado final es deslumbrante. Estamos ante una aventura que pasa desde ya a formar parte del olimpo de los videojuegos, un título imprescindible para todos los jugadores, tanto para los más veteranos como para aquellos que den el salto a esta maravillosa serie con esta entrega.
Los guiños que se hacen a las entregas clásicas y un apartado audiovisual sublime completan una producción única, el mejor juego de 3DS y uno de los mejores títulos de los últimos años. Una obra de arte que roza la perfección en todos y cada uno de sus apartados. Podríamos añadir muchos elogios, pero lo mejor que podemos hacer es recomendar su compra de forma encarecida.
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