

Además de para poder disfrutar de una mayor utilidad, cada dos años es necesario llevar a cabo una revisión por personal autorizado para poder certificar la seguridad y el funcionamiento de la caldera. En este artículo vas a encontrar una serie de consejos para poder realizar el mantenimiento de la caldera de la forma más adecuada posible.
¿Cómo hacer el mantenimiento de la caldera?
En primer lugar tenemos que revisar la estanqueidad de la caldera. La caldera tiene unas partes visibles que tendremos que revisar, para poder comprobar el buen estado de conservación de la misma y valorar si tenemos que llevar a cabo algún cambio o reparación en las mismas. Por otro lado, otro de los aspectos más comunes de estas calderas son la liberación de los gases que proceden de la combustión. Como parte del mantenimiento, debemos de comprobar que la evacuación de los gases se encuentra en buen estado y que por supuesto, la ventilación sea la correcta. Aunque resulte obvio decirlo, tenemos que revisar que todas las piezas funcionan perfectamente para que el ciclo de la caldera presente sus mejores condiciones. Por este motivo, si nos encontramos con una pieza rota, tendremos que cambiarla inmediatamente. Con la caldera encendida, tendremos que comprobar que los valores de presión y temperatura son los adecuados. Por último, es necesario llevar a cabo un análisis de la combustión y del control de humos de la misma. Este análisis se lleva a cabo para conocer la concentración de monóxido de carbono, así como el índice de humo. A pesar de no ser parte de la caldera en sí, el circuito a la que está conectada como los radiadores, suelos radiantes y demás, también tendrá que ser revisado para garantizar el buen estado y funcionamiento de la misma.