Empezamos con los televisores LED. El primer LED llegó a la industria en el año 1960, en la actualidad se están introduciendo en las televisiones de última generación que permiten que su espesor sea cada vez más delgado y su imagen de mayor calidad. Su funcionamiento consiste en un diodo ultravioleta: Light Emiting Diode. Emite la luz gracias al proceso de la electroluminiscencia.
Sus ventajas son: no utilizan mercurio para realizar su fabricación y tampoco necesitan plomo, en su lugar se emplea estaño para ensamblar. Además, este tipo de televisores no necesitan la retroiluminación. Asimismo, son sostenibles, no perjudican el medio ambiente al poder reciclarse de un modo más seguro.
En cuanto a los televisores 3D, su tecnología está avanzando a pasos agigantados. Su mecanismo de funcionamiento es un poco complejo, pero los resultados son espectaculares. Permiten una resolución Full HD y hay una mayor rapidez en el proceso de datos. En cada pixel de cada tele, se producen varias imágenes en 3D, desde distintas posiciones, para dar la sensación de profundidad y de las tres dimensiones. Evidentemente estos televisores son más caros debido a que han salido recientemente al mercado.