Motor inmune a la ceniza volcánica
La nube de ceniza provocada por la erupción del volcán islandés Eyjafjalla ha provocado un auténtico caos e innumerables pérdidas económicas. En las últimas semanas la mayor parte del espacio aéreo europeo ha permanecido cerrado y miles de vuelos han sido cancelados. Esto ha llevado a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) a interesarse por un motor de nueva generación inmune entre otras cosas a la ceniza volcánica.
0 comentarios
jmpaniagua01
lunes, 3 mayo, 2010
El propulsor está siendo desarrollado por la empresa Aero Engineering, que tiene su sede en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), y esta preparado para repeler cualquier elemento externo que pueda provocar un fallo en su funcionamiento. Dispone de un mecanismo que evita que el aire que se necesita para generar la propulsión del avión pase por los compresores, la cámara de combustión y las turbinas. En un motor convencional el aire entra en el interior del propulsor, por lo que cualquier elemento extraño puede impactar con él, provocar graves daños e incluso su parada total. Recientemente la IATA ha citado a los responsables de la compañía en su sede de Ginebra (Suiza) para interesarse por las características técnicas del nuevo propulsor, denominado Freenox, y su viabilidad técnica y económica. Los técnicos de Aero Engineering aseguran que el motor es totalmente compatible con cualquiera de los aviones de última generación que surcan nuestros cielos. La empresa catalana lleva cinco años desarrollando este motor y actualmente prepara la construcción de un prototipo con la participación de empresas aeronáuticas del País Vasco y del sector de la automoción de Cataluña. La compañía tiene previsto que en el año 2013 se puedan realizar los primeros ensayos de vuelo del propulsor y que su comercialización pueda empezar unos tres años después, en 2016. Aero Engineering ya acepta reserva de pedidos de constructores y operadores aéreos que deseen integrar esta nueva generación de motores en sus aeronaves actuales o futuras. Imagen sujeta a licencia CC